Maia Pérez, campeona de España de ajedrez: «Soy mala en las partidas rápidas»

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Oscar Vázquez

PEQUEÑOS NÚMEROS UNO. No han cumplido la mayoría de edad y ya son de premio. El campeón arquero con autismo y epilepsia Adrián Millán; Julia Benedetti, la coruñesa que vuela con el skate, y Maia, que representó a España en Europa, hacen que la esperanza se sienta grande

13 mar 2021 . Actualizado a las 16:06 h.

Hasta gana la partida en humildad, que es la forma elegante de ganar. A Maia Pérez, del Club Xadrez Mos, campeona de España de ajedrez sub-8 en el 2019 que representó al país en Europa, no le gustan las derrotas, pero ha aprendido a encajarlas. Torres, caballos y alfiles la ayudan a ser una reina. Dice que su hermano la supera y que ir contra el reloj es su mayor debilidad. El 15 de mayo, Maia cumplirá 10 primaveras como una crac precoz del tablero. Apasionada de la película En busca de Bobby Fischer, cuenta los días que nos roba la pandemia entrenando online.

«Jugar online difícil-difícil no es, pero sí es muy distinto», señala Maia. Y su madre, Sandra, la acompaña diciendo que los niños «necesitan más tocar las piezas, el contacto físico. Maia disfruta mucho más de los torneos en vivo».

Los torneos, cuentan Maia y Sandra, no son solo partidas de ajedrez. «Allí conozco a otros niños, coincidimos los niños de unos y otros clubes». Se van conociendo y, entre partida y partida, hablan y los juegos van yendo mucho más allá del tablero.

«Mi hermano es mejor»

Maia movió la primera pieza cuando tenía 6 años. «Mi hermano jugaba, y yo le veía y me gustaba... Entonces, un día mi madre me preguntó si quería aprender y le dije que sí», cuenta esta pequeña campeona. Al principio, le pareció «un poco aburrido», pero con el tiempo fue creciendo el interés y Maia empezó a ganar. ¿Qué es lo importante para ganar? «Entrenar y entrenar», responde.

Como en todo en la vida, refuerza su madre, se nota mucho el trabajo. «Es un deporte en el que se aprende de los errores. Analizar tus errores ayuda a mejorar».

«Una asignatura pendiente: que las federaciones promuevan de verdad la participación de las chicas»

Al tablero son muchos más los chicos que las chicas que compiten. «Es una asignatura pendiente: que las federaciones promuevan de verdad la participación de las chicas. Las niñas necesitan referentes», dice Sandra. Referentes como estos. Uno de ellos, muy cercano, es Inés Prado, la primera campeona gallega de ajedrez. Otros para Maia son Carlsen y Judit Polgár.

Maia le dedica a su pasión cinco horas a la semana, y cuando hay competición más. El talento importa, pero todavía más «las horas que le echas».

Le gustan las blancas. «Me gusta una apertura que hago con blancas, la catalana», detalla quien muestra su debilidad. «¡Soy mala en las partidas rápidas!», admite.

Su hermano es su rival en casa. «Es mejor que yo», asegura Maia, que sueña con ganar el campeonato gallego tras haber logrado el nacional. La capacidad de concentración de Maia es su as. «No sé cómo lo hago...», dice Maia. Y su madre: «Tiene una sangre fría que la ayuda». «Lo bueno del ajedrez es que te ayuda a anticiparte, a ver que tus planes tienen unas consecuencias». Te ayuda a ser flexible, dicen, y a gestionar mejor el fracaso. «Vas a perder muchas partidas, gestionar esto es muy útil. Es un poco como la vida, se puede aprender del error. Es lo bonito», concluye Sandra, la madre de una campeona sin prisas por acabar la partida.