Manuel Escolar, doctor en Medicina: «¿Un antibiótico es un peligro? Rotundamente no»

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El experto en farmacología clínica Manuel Escolar
El experto en farmacología clínica Manuel Escolar cedida

Las irregularidades en su consumo nos tienen divididos. «No hay que demonizar los antibióticos. Con las vacunas, son los medicamentos que más vidas han salvado», dice este experto en farmacología clínica, que señala que los probióticos alivian sus efectos. ¿Pero los tomas bien?

02 ene 2021 . Actualizado a las 21:43 h.

De los antibióticos «se habla mucho y mal», advierte el doctor Manuel Escolar, doctor en Medicina y Cirugía, especialista en Farmacología Clínica y responsable del departamento médico del laboratorio Cinfa. Los antibióticos que más tomamos, y a veces de manera incorrecta, son «los de la familia de la penicilina», para tratar las infecciones respiratorias, señala.

-¿Ha aumentado o disminuido el consumo de antibióticos el último año?

-Según datos del Ministerio de Sanidad, España redujo en el 2019 en un 5,4 % el consumo de antibióticos en las personas, y un 13,5% las ventas de antibióticos veterinarios. Si miramos el período que va del 2015 al 2019, el consumo se redujo más de un 11%. ¿Vamos por buen camino? Sí.

-¿Por qué, no es bueno tomarlos?

-Los antibióticos son medicamentos buenos, no tenemos que demonizarlos. Son buenos y necesarios, pero tenemos que tener en cuenta que España parte de un mal puesto, con una diferencia grande respecto al consumo en Europa. España es el quinto país europeo en consumo de antibióticos, y no hay motivo epidemiológico que lo justifique. Nos queda camino por recorrer.

-¿Pero en la pandemia se ha incrementado su consumo?

-Depende del período que miremos. En el contexto de la pandemia, con los datos del 2020, se confirma un aumento significativo en el ámbito hospitalario, que en marzo llegó a ser de un 40%, pero también hay una bajada en centros de salud en marzo y abril.

-¿A qué se debió esa subida en hospitales, al covid?

-A la incertidumbre diagnóstica. Los médicos no conocían bien la enfermedad del coronavirus y no sabían cómo tratarla adecuadamente, y tampoco sabían cómo usar de manera adecuada los antibióticos en este contexto. Los protocolos han cambiado.

-¿La pandemia ha agravado el problema de la resistencia a los antibióticos?

-En general, el mal uso de los antibióticos (por ejemplo, para tratar un proceso vírico) puede agravar este problema de la resistencia. ¿Ha agravado la pandemia el problema? Quizá mirando los datos del principio, un poco. El problema más común es tratar un proceso vírico respiratorio con un antibiótico, y esto carece de utilidad y favorece la aparición de efectos no deseados. Incluso la aparición de superbacterias, bacterias resistentes a múltiples medicamentos, que son las que causan la mayor parte de las muertes por resistencia bacteriana. En España se producen muchas muertes por superbacterias, muchas más que por accidentes de tráfico.

-¿Cuál es el efecto más grave de un mal consumo de antibióticos?

-Esa aparición de superbacterias, pero hay otros efectos. Al igual que el resto de los medicamentos, los antibióticos no son inocuos, pueden producir reacciones alérgicas o el deterioro de la flora bacteriana, y esto es importante, porque en esa flora están las bacterias buenas que nos defienden de otros patógenos que tenemos en la boca, el intestino, la vagina, etcétera. Que esa flora esté ahí es necesario. Estudios recientes están poniendo de manifiesto que las alteraciones de la flora pueden ser el origen de otras enfermedades más serias.

-¿Como cuáles?

-Se está relacionando, por ejemplo, con el párkinson, con algunos tipos de alzhéimer. Las alteraciones de la flora se están relacionando con muchas enfermedades neurológicas. El antibiótico debe ser tomado cuando sea necesario para evitar riesgos como estos.

-¿Un antibiótico en sí en un peligro? -Rotundamente no. Los antibióticos son indispensables. Si no tuviésemos los antibióticos, procedimientos de la medicina actual, como las intervenciones quirúrgicas y los trasplantes, no podrían realizarse. Imagínate.

-¿Cuál es la clave para tomarlos bien?

-Hay muchas cosas que se hacen mal. Por ejemplo, automedicarse. Nunca debe uno automedicarse y menos con antibióticos. Hay quien cuando le duele la garganta recurre a los restos de antibiótico que le quedaron en casa. Hay que quitarse esa automedicación de la cabeza. Y después, tener paciencia y seguir los consejos que nos da el médico. Si vamos al médico y no nos receta antibiótico porque ve que es una infección vírica, hay que hacerle caso.

-Pero cada vez nos los recetan menos, ¿no? Hay quienes los usan a la primera de cambio y otros que somos reacios.

-Sobre los antibióticos se habla mucho y mal. Hay que puntualizar que las personas no somos resistentes a los antibióticos. Resistentes a los antibióticos son las bacterias. Tú puedes ser alérgica al antibiótico, pero resistente no.

-En todo caso, ahora se prescriben mucho menos que hace décadas...

-Eso es cierto. La medicina y el conocimiento que tenemos de las enfermedades y los medicamentos ha avanzado muchísimo. No es comparable lo que sabemos ahora con los años 70. Desde los años 40, los antibióticos han salvado muchísimas vidas, pero ha sido con el uso como hemos ido aprendiendo de los riesgos que pueden suponer. Hay muchos ejemplos de medicamentos que mal utilizados han producido grandes daños en las personas, como la talidomida. Hoy nos parece una aberración. Por la misma razón, ver cómo usábamos los medicamentos en los 70 nos puede parecer aberrante y contradictorio.

-¿Somos más reacios hoy a tomarlos?

-Sí, pero no olvides que los antibióticos han salvado y salvan muchísimas vidas. Por ejemplo, el dentista puede dártelos para una infección. El estreptococo, por ejemplo, puede producir enfermedades graves del corazón. Es mucho mejor tomar un antibiótico para prevenir una endocarditis o cualquier enfermedad valvular del corazón que no tomarlo. El beneficio supera los riesgos que supone tomarlo. El antibiótico, insisto, no hay que demonizarlo. Con las vacunas, es de los medicamentos que más vidas ha salvado. ¿Dejarías de ponerte una vacuna?

-¿Influye la alimentación?

-Hay muchos antibióticos y de distintas familias, así que no podemos decir que haya una regla general. Hay que tomarlos de acuerdo a las indicaciones del médico y del prospecto. Determinados antibióticos no se deben tomar con productos lácteos porque lo inactivan. Otros hay que tomarlos antes de las comidas. Otros después, para mejorar la tolerancia y evitar dolores abdominales.

-¿Cada persona necesita un antibiótico o algunos valen para todos?

-En general, no depende de la persona. El antibiótico depende de la infección que tengas, de la bacteria que la origine.

-¿Hay un perfil más vulnerable: hombre, mujer, de una edad?

-En general, no. Tanto la eficacia del antibiótico como la resistencia a él es independiente del sexo de la persona, de su edad, de que haya tomado otros antibióticos o no... Una bacteria multirresistente puede llevarte a muerte.

-¿El covid nos hace más propensos a la resistencia al antibiótico?

-No. El covid, al ser una infección vírica, no se trata con antibiótico, pero en un contexto de infección vírica grave puede haber coinfecciones o subinfecciones bacterianas. Esto es frecuente, sobre todo en pacientes que están en la uci.

-¿Es necesario siempre un probiótico para protegerse del antibiótico?

-Los probióticos son bacterias vivas que lo que hacen es repoblar la flora que daña el antibiótico, pero hay que tomarlos cuando has terminado con el antibiótico. Si los tomas juntos, no sirve de nada. El probiótico es un buen remedio para prevenir, por ejemplo, la candidiasis vaginal, muy frecuente. Se puede prevenir con un antifúngico. La clave es, de nuevo, que lo tomes bien.