Mauro Rodríguez: «Fui el primer Down en Galicia en sacar una oposición del Estado, hay que superarse»

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ALBERTO LOPEZ

El lucense es también campeón de natación y actor. «Yo no le tengo miedo a nada», asegura

28 nov 2020 . Actualizado a las 13:44 h.

«Mira que esto es muy difícil, que solo hay una plaza en Lugo..., me dijo mi madre». ¿Y tú que le contestaste? «No importa». Así, con esa seguridad apabullante, Mauro Rodríguez ha ido ganando cada campeonato en la piscina, batiendo cada récord, avanzando en la vida. Pero, sobre todo, derribando cada una de las barreras que otros creyeron ver en su camino. Aquel diálogo con su madre fue previo a su preparación para la oposición a ordenanza en la Seguridad Social hace ocho años. Aspiraba, entre dos mil opositores, a una de las 54 plazas que se ofertaban en todo el país para personas con discapacidad intelectual.

El resultado fue el que tenía que ser y, una vez más, consiguió hacerse con el número uno y convertirse en el primer gallego con síndrome de Down en aprobar una oposición del Estado. También en el orgullo de la asociación Down Lugo. Un año de mucho estudiar en una academia y sus puntos por su módulo en Comercio hicieron el resto. «No fue fácil, saqué esa plaza a base de mucho esfuerzo. Mi padre me dijo un día que si me quería presentar a estas oposiciones a la Tesorería General del Estado, y le dije que sí», relata. Su padre, el exceltista Quico Veiga, completa la anécdota: «Volvió del examen diciendo que había contestado a las 25 preguntas bien. Y yo: ‘Mauro, no seas fantasma... ¿Cómo ibas a contestarlas todas bien?'. Bueno, pues estábamos todos reunidos en casa y comprobamos que había contestado a las 25 bien. ¡Hicimos una fiesta de carallo!».

NO HAY VIRUS QUE LO PARE

Lo de Quico con Mauro es un amor de padre que emociona, pero es que juntos son imbatibles. ¿Cómo lleváis las restricciones, este semiconfinamiento? «A veces mal, pero nosotros, de parados, nada. Si supieras la cantidad de escaleras que subimos... Baila para el teatro, hace vídeos en el ordenador y nos mete a todos en el ajo... También subimos en globo, que salió de él, y estamos aprendiendo a montar a caballo. Yo con 75 años aprendiendo a galopar... Si es que nos pone a andar a todos», relata el padre perfilando un carácter tan activo que lo que peor lleva en el trabajo es que no le den nada que hacer. «Lo que más me gusta de mis tareas de ordenanza es ensobrar, pero también me gusta repartir el correo, regar las plantas, mirar el correo en el email por si hay alguna cosa importante...», dice Mauro, que de disfrutar al terminar su jornada también sabe un rato. A su actividad en el grupo de teatro Pinchacarneiro de la Fundación Anade, ahora tristemente detenida por el covid tras llevarle de gira por otras comunidades e incluso por el extranjero -«está cerrado el local de ensayo y se han suspendido las funciones que teníamos previstas», lamenta-, le suma su actividad deportiva, muy popular en Lugo tras lograr el oro en 100 y en 200 metros mariposa, en los que ostenta el récord de España. No es de extrañar que él, que sigue entrenando disciplinadamente, reclame que se disputen las competiciones. «A pesar del covid, no hay ningún problema para hacerlas. Todo está bien organizado, no nos juntamos en ningún momento, y al competir lo hacemos uno por calle», señala.

Cuando mi madre me dijo que sería muy difícil sacar esa plaza le dije: 'No importa'

«Bueno, y lo que no te dice es que en la Ribeira Sacra hizo también La Heroica y nadó por el río 10 kilómetros, y a mayores completó otra travesía más en Vigo», cuenta Quico sin ocultar su orgullo. Ambos se apuntan a un bombardeo, y a este frenesí le añaden rápidamente unas sesiones improvisadas de abdominales en el salón o sus habituales caminatas por el parque Rosalía de Castro. «Pero con mascarilla», puntualiza Mauro. Aun así, lo del teatro y la natación le sabe a poco: «En general, haría más cosas. Últimamente estamos montando a caballo y me encantó el viaje en globo por el Sil. Hay que hacer cosas, superarse, no quedarse ahí...», insiste el chico. ¿A qué le tienes miedo, Mauro? «A nada, yo no le tengo miedo a nada».

Nadador, actor, funcionario y bailarín, Mauro fue el primer deportista con discapacidad intelectual en protagonizar el calendario Gallegos y Campeones, promovido por la Xunta y Coca Cola, en el 2017. Y su padre ya asume que, con semejante popularidad, lo que le toca es ver los toros desde la barrera: «Ahora me conocen como el padre de Mauro», dice divertido.

UNA VIDA LLENA DE HITOS

Es un hecho que su hijo es una celebridad en Lugo. Tanto que incluso hizo sus pinitos en la escena política. «El año pasado batió el récord de los 100 metros, que ya tiene tres, y le llamó Ramón Carballo, que iba de candidato por el PP a la alcaldía, porque quería llevar a Mauro en la candidatura. Cogí el teléfono, se lo di a él y le dijo: ‘¡Sí, sí, sí!'», se ríe Quico, que asegura que el álbum de fotos que tienen en casa es digno de ver: «Tiene fotos con Mariano Rajoy, que llegó a Lugo y lo primero que hicieron, claro, fue presentarle a Mauro, y también tiene con Feijoo. Es que aquí, en el ámbito deportivo, es como Ronaldo». También en el académico. Y es que en esta tendencia de ser siempre pionero, en su momento ya rompió barreras durante la etapa escolar. «De pequeño empezó a ir al CEIP Rosalía de Castro, que fue el primero aquí con Down en entrar en un colegio normal. Tuve que pelearlo, que es lo que llevo haciendo toda la vida. Fui a Inspección y al final entró. Al principio estaba nerviosísimo, pero después resultó ser todo un ejemplo», asegura.

Prácticamente independiente, tanto social como económicamente, -ya hace tiempo que manifiesta su deseo de irse a vivir fuera del hogar familiar-, en su casa no pueden estar más felices con él. «Yo procuro que haga las cosas solo, siempre que pueda. Antes, la gente los tenía en casa porque les daba vergüenza enseñarlos, y todavía hay quien cree que son enfermos. No, no son enfermos, solo tienen un cromosoma de más. ¿Que tienen también algunos problemillas? Todos tenemos alguno. ¿Pero quién hizo lo que hizo Mauro aquí en Lugo? Pues poca gente. Nos tiene liados a todos», indica su padre, que aprovecha este reportaje para lanzar un mensaje muy claro: «Quiero que se visibilice que no son discapacitados y que tienen muchas capacidades». Y Mauro tiene tantas que deja el miedo para otros.