Juan Carlos Fandiño, coordinador de Urgencias del Chuac: «El corte de digestión existe, el mito es esperar dos horas»

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PAULA QUIROGA

El coordinador de Urgencias del Chuac asegura que podemos bañarnos inmediatamente después de comer, y solo en caso de grandes comilonas recomienda unos minutos de precaución que se pueden evitar si uno se introduce de forma progresiva

19 ago 2020 . Actualizado a las 19:25 h.

Es tradición, sobre todo en las generaciones que nos preceden, que las madres no permitan a sus hijos bañarse hasta que no pase un tiempo desde la hora de comer. Juan Carlos Fandiño (A Coruña, 1967), coordinador de Urgencias del Chuac, asegura que la clave no es tanto el tiempo de espera como meterse en el agua de forma progresiva. Y asegura que, afortunadamente, esto cada vez está más interiorizado. Aun así, si se produce un corte de digestión señala que es importante secarse para entrar en calor, porque al final es una reacción de nuestro cuerpo para intentar calentar la piel y los músculos.

-Corte de digestión: ¿cuánto hay de mito y cuánto de realidad?

-De realidad hay una parte, los síntomas que se producen debido al cambio brusco de temperatura, aunque también se puede producir al hacer ejercicio brusco después de comer. Y de leyenda otra, lo de que tienes que esperar dos horas o tres para bañarte que nos decían de pequeños. Pero sí que es cierto que se está produciendo la digestión y que al tubo digestivo va un mayor flujo de sangre, porque es la actividad prioritaria. Y cuando hay una necesidad en el organismo muy intensa, lo que ocurre es un desplazamiento del flujo sanguíneo hacia otra parte. Cuando te metes en agua que está muy fría, sobre todo aquí en Galicia o en el Cantábrico, la forma que tiene el cuerpo de evitar ese cambio brusco, de luchar contra el frío, es desplazar el flujo sanguíneo a la piel y a los músculos para generar calor. Ese proceso de digestión se ralentiza, de ahí viene el corte, porque el flujo sanguíneo se va a otra parte. También puede pasar si empiezas a correr o hacer un ejercicio brusco.

-Entonces, el corte existe.

-Los síntomas del corte de digestión existen como tal, lo que no es cierto es que haya que esperar dos horas para bañarse. Ahora bien, si has hecho una comida muy copiosa o después de comer te has tirado al sol en la playa y te metes bruscamente al agua, el cambio puede producir el ralentizamiento de la digestión y los síntomas que van a asociados, porque al final el corte es una sintomatología: es sensación de mareo, de náuseas, de vomitar...

-¿Puede ser mortal?

-Si ese mareo te da nadando, pues te puedes ahogar. No suele ser mortal en otras condiciones, porque normalmente se produce una reacción vagal, lo que tienes es sudoración, piel pálida, sensación nauseosa, hipotensión asociada... Por eso es tan importante que si te metes en el agua, si es en una piscina, que sea controlado; o si es en el mar, donde haya más gente, sobre todo si lo haces después de comer. La forma de evitarlo es meterse progresivamente para que ese cambio de temperatura no sea tan brusco, que se vaya habituando tu organismo a él, así no hay ese choque tan importante y esa depreciación de volumen sanguíneo al tubo digestivo tan intensa como cuando se produce una forma brusca, eso de tirarse de golpe que es típico que lo haga la gente joven.

-¿Pero podemos comer y bañarnos justo después?

-Podemos comer y bañarnos. Siempre es mejor no hacer una comida copiosa por todo, pero si la hacemos debemos esperar un tiempo prudencial o meternos progresivamente, echarnos agua en el abdomen, en la nuca, en los brazos... Habituarse un poco más, y aunque se suele decir con el agua, también ocurre si nos vamos a correr.

-No hay que esperar dos horas, pero dices que en caso de grandes comilonas sí esperar un tiempo prudencial. ¿Cuánto podría ser?

-Probablemente con media hora podría llegar, pero aun así no habría que esperar, lo que tiene que quedar claro es que hay que meterse despacio, es lo más importante. Y no puedes irte a correr justo después de comer, algo que con los años muchos de nosotros no haríamos, pero que igual los más jóvenes...

-¿Y si se dan algunos de los síntomas, cómo deberíamos reaccionar?

-Lo primero, si estamos en el agua, salir del agua, y después pedir ayuda. También es importante secarse, porque al final, si estamos en el agua, nuestro organismo reacciona de esta forma porque retrae sangre del tubo digestivo para intentar calentar piel y músculos, así que lo que tenemos que hacer es secarnos, acostarnos, levantar un poquito las piernas, lo que hace la gente cuando se marea, para evitar la hipotensión. Si alguien estuviera inconsciente ponerlo en posición de seguridad, de forma lateral sobre el lado derecho, para que no se ahogue con el vómito. Y si empieza a vomitar o hay diarrea, hidratarse un poquito. Si realmente se produce una parada respiratoria, que no es muy común pero puede ocurrir, empezar con maniobras de RCP.

-¿Es habitual que se produzcan cortes de digestión?

-Cada vez es menos frecuente, históricamente nuestras madres se encargaban de que no lo tuviéramos porque no nos dejaban bañarnos en dos horas o tres, y ahora la gente va a aprendiendo y se van metiendo más despacio. También es cierto que los síntomas son bastante banales habitualmente y no llegan a los servicios de urgencias.

-¿Cuál es la diferencia del corte de digestión con el síndrome de hidrocución?

-El síndrome de hidrocución es el choque térmico con afectación importante, en cambio el corte de digestión es una situación más intermedia. Algunas veces se confunden las dos cosas, pero el corte es como un paso previo al síndrome, que es un cuadro más grave. El corte es el de un niño que se marea, que tiene molestias en el estómago de malestar gástrico, calambres... Cuando esto llega a una parada respiratoria o queda inconsciente, pues ya sería síndrome.

-¿Cuál es el mayor peligro que podemos encontrar en una playa?

-El mayor peligro inicialmente es que hagas una zambullida y que tengas una lesión medular, que gracias a Dios han disminuido muchísimo debido a la disminución de los accidentes de tráfico, pero hay un porcentaje muy alto que se producen por zambullidas en la playa, por zonas que creemos conocidas, por zonas que no conocemos la profundidad, pero nos damos un golpe a nivel craneal y lo que se resiente es a nivel cervical o dorsal y tenemos una lesión medular. Es uno de los mayores riesgos entre la gente joven. Luego, también, que nos podamos ahogar.

-Aunque este verano los accidentes de kayaks...

-Creo que nunca habíamos vivido una situación así.

-Muchos mayores sufren colapsos en la playa. ¿Suelen ser golpes de calor?

-Sí. La inmensa mayoría de la gente mayor con temperaturas altas, y sobre todo con patologías cardíacas de base, tienen que evitar ponerse al sol a horas punta, aunque en el verano todo el mundo quiere hacer un poco de deporte, se ponen a correr en la playa, y puede desencadenarse un cuadro relacionado con su patología, pero puede ser tanto por el calor como por el deporte.

FOTO: PAULA QUIROGA