¿Aún no conoces la cascada del arco iris?

TEXTO: NOELIA SILVOSA

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ANA GARCIA

Seguro que la has visto, pero quizás el cielo estaba tan cubierto que te perdiste el espectáculo natural. La cascada del Ézaro reúne todas las condiciones que hacen posible el colorido fenómeno sin necesidad de que intervenga la lluvia

04 ene 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Es uno de esos rincones con encanto de Galicia. Pero además, es uno de los mejores para ver el arco iris. En la cascada del Ézaro no hace falta que llueva para observar el fenómeno. Tan solo el sol es imprescindible para su formación, porque reúne todas las condiciones necesarias para que las gotas de agua en combinación con la luz reaccionen en forma de los siete colores primarios. Para prueba, la foto que ilustra esta página. En ella vemos a un grupo de bañistas disfrutando del espacio natural bajo un cielo azul, completamente despejado, y contemplando al mismo tiempo un nítido arco iris.

«El fenómeno se produce al incidir los rayos de luz en las gotas de agua y reflejarse en parte en nuestra dirección. Las gotas tienen forma de esfera. Cuando entra un rayo de luz en la gota, se refracta dentro de la misma y se dispersan los colores. Al llegar a la cara opuesta de esa gota una parte de la luz, ya descompuesta, se refleja y vuelve en nuestra dirección. El ángulo entre la luz que entra en la gota y la que nos llega, está entre 40º para el violeta y 42º para el rojo», explica el matemático José Antonio Viña, que añade que «la observación del fenómeno depende de la posición del observador y de la altura del sol sobre el horizonte de ese observador».

El físico Jorge Mira explica por qué en Ézaro hay una especie de lluvia continuada. «A caída da fervenza provoca unha especie de aerosol, digamos, dun montón de gotas en dispersión, que fai un efecto parecido a ter unha chuvia perpetua», señala el experto, que matiza que el agua trata de manera diferente a los distintos colores, «por iso aparece cada cor separada, porque o ángulo no que se torcen é distinto para cada un deles».

TAMBIÉN BAJO LA LUNA

Pero la lluvia y las cataratas no son las únicas causantes de la formación del arco iris. «Lo normal es que la cortina de agua esté formada por una lluvia que vemos a lo lejos en la dirección contraria al sol; pero también puede ser niebla o, incluso, un aspersor de riego», indica Viñas, que nos descubre que hasta la luna puede dar lugar a un arco iris: «Con una luna muy brillante, la luz puede ser suficiente para observar un arco iris lunar en las mismas condiciones. Aunque será de muy poca intensidad y difícil de observar por el ojo humano», advierte el matemático, que apunta el factor que desemboca en el doble arco iris: «Bajo ciertas condiciones, la luz puede reflejarse dos veces dentro de la gota produciendo un arco iris secundario con los colores invertidos».

Eso sí, la de Ézaro es una cascada especial. No todas son capaces de completar la postal con este fenómeno multicolor. «E que ten que estar ben colocada, por dicilo dalgunha maneira. Por exemplo, se estivese mirando ó norte non sería posible ver nada, porque nunca che daría o sol de fronte. Non vale calquera cascada», zanja Mira.