El sabor del verano es el Candy Crush

YES

ANGEL MANSO

PRÚEBALO Porque como dice la canción: «Todos los días sale el sol, Chipirón», y si no sale, no pasa nada. Con unos sorbitos de Candy Crush te sentirás como en el Caribe. Es todo un flechazo

06 jul 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

¿Cuántas veces os han llegado invitaciones para jugar al Candy Crush? Pues esto que escribo no va del popular juego que todavía tiene enganchado a miles de personas, sino que te traemos algo mucho mejor. La versión 2.0 de la famosa adicción. Un combinado que te transportará a la playa, algo que con este clima inestable en el que podemos contar con los dedos de una mano las jornadas en las que hemos disfrutado del sol a pleno rendimiento, no nos puede apetecer más. Así que, ¡a beber!

«Cuando elaboramos la carta de cócteles hicimos varias propuestas para tener nuestros propios combinados. A la hora de pensar en este pensamos obviamente en Zabó y por tanto en playas, en el sol caribeño, cielos despejados, brisa del mar y vida a todo color», explica Mary Matos, propietaria del bar más colorido de la coruñesa calle de la Franja.

Ella confió plenamente en Miguel Martínez Purriños, un betanceiro «ya venezonalizado», bromea. Para Miguel, el Candy Crush es más que un cóctel. «Es una poción de azul intenso y sabor refrescante para no dejar escapar ni un solo rayo de sol», apunta, antes de añadir: «Pero, ojo, el verano no sería verano sin amor. Así va el crush, que entre otras cosas significa ‘flechazo’, y así hacemos las cosas en Zabó». Porque esta bebida y todo lo que ofrecen tiene el mismo objetivo: «Queremos que la gente se enamore del local y de todo lo que hacemos aquí», dicen desde el bar.

El cóctel en el que el vodka se mezcla con blue curaçao, zumo de limón, zumo de piña, oleo saccharum y menta sabe exactamente a lo que prometen. «Aquí hay muchos días grises y es necesario poner una nota de color. Además de en la decoración del bar hay que plasmarlo en el producto», dice Mary. En cuanto a su presentación, esta bebida tiene dos variantes. Una para llevar a la calle, como la de la foto, «ideal para las fiestas» y otra para tomar en el local en vaso de cristal. «Miguel es maravilloso porque debido a sus estudios tiene ocurrencias muy originales y que encajan perfectamente con nuestra filosofía». Una filosofía que se contagia. Así que déjate llevar y como reza el cartel que tienen en la entrada: «Enzabórate».