Estos locales son una joya

YES

YES INVITA A LA PRIMERA... así que nos toca elegir local. Nos vamos de ruta por los sitios más exclusivos de Galicia a ver qué nos ponen. Les adelanto que son copas muy especiales

21 abr 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Échense colonia porque la noche promete. Por lo menos el comienzo (como acaben ya es cosa suya). En YES les invitamos a una copa. Pero no a cualquier cosa. A algo bien hecho, preparado con mimo, con ingredientes de primera, servido en un señor vaso y sobre todo en un ambiente exclusivo. Si les apetece otra, adelante. No se corten. Es sábado. (Eso sí ya corre de su cuenta). Miren la carta porque hay bastante donde elegir. Y entre trago y trago incluso pueden echar unos bailongos. Si ven que se confunden de paso, échenle la culpa a la noche. Es 21 de abril, día de irse de copas por las principales ciudades gallegas. Pidan, pidan, que invita YES.

«Un Long Tangerine para mí», le digo a David Ortiz, propietario del Baobab, un local que lleva casi 15 años dedicado a la coctelería. Se trata de una bebida cítrica, (falta hace que parece que ya viene el calorcito), de ron añejo infusionado en mandarina, con sirope casero ligero de jengibre, zumo de limón y reducción de ginger beer. Es una de las treinta propuestas que se incluyen en la carta, «aunque seguimos haciendo los clásicos, que ya son parte del público, pero no pueden estar todos porque sería muy extensa», comenta David.

Desde que ellos abrieron su primer local en Monte Alto hace ahora 13 años, confiesa que el mundo de la coctelería ha cambiado mucho, para mejor. «La coctelería vivía otro momento, más bajo, pero poco a poco el público fue respondiendo. Nosotros mantuvimos nuestra filosofía y lo que antes hacíamos a pequeña escala, ahora es el 100 % de nuestro trabajo». En este tranquilo local, que hace unos meses se trasladó desde la plaza de José Sellier hasta la calle del Orzán, los cócteles se imponen a cualquier otro combinado. Por no hablar de que aquí el público de cervezas o vino es residual. También los paladares han sabido adaptarse a las tendencias. «Si antes pedíamos en función del alcohol base, ahora elegimos por el sabor. Había gente que si llevaba whisky lo rechazaba de pleno, y ahora no, porque aunque el destilado es importante, hay otros sabores, no hay que despreciar un trago por eso», comenta David. Este cambio de tendencia también se refleja en la carta. Antes los cócteles se agrupaban en función de si llevaban ron, whisky, vodka... y ahora hay que pensar primero qué deseamos saborear: algo picante, ahumado, dulce, amargo, cítrico... para después concretar. Hagan un repaso mental rápido de cualquier carta de coctelería. Si hay un ingrediente que no puede faltar es el zumo de lima, raro el que no lo lleve. «Se aprecia un cambio, si hace años tirábamos más a lo dulce, ahora gustan más los tragos amargos y picantes», matiza.

Se empapan de las tendencias a base de viajar y probar. ¿Adónde hay que ir? (Que allí nos plantamos). «A Londres», responde David sin titubear. «Es la referencia a nivel mundial. En Galicia tenemos buen nivel, pero tenemos poca visibilidad». Tampoco hay que obviar la influencia de las redes sociales o los contactos que hacen gracias a las marcas con las que trabajan.

Te lo pongo fácil. Si quieres hacerte pasar por un drinking influencer tienes dos opciones: o pedir un gin tonic (sí, sigue en lo más top) o hacerte el sibarita y pedir una copa de un whisky japonés que sale a 75 euros la copa. Tranquilos, el 95 % de la carta no pasa de los nueeeebeee euros. (No es una errata, parece que a estas alturas de la noche me bailan las letras, que están muy juntas).

En Santiago ya se echaba de menos una propuesta que se diferenciase de la oferta del casco histórico. Ese local se llama Delusx y la novedad es relativa, porque sus cuatro promotores tienen una larga y seria experiencia en la hostelería que ha generado expectación sobre el proyecto, que este fin de semana cumple su primer mes. Gonzalo Martínez, Luis Asorey, José Manuel Fernández Lozano y José Antonio Fuentes le dieron una vuelta y media a la decoración de un local de copas de toda la vida para convertirlo en un «espacio social» muy cálido, con mucha madera, una decoración agradable y una iluminación que se va adaptando a las exigencias horarias.

SANDRA ALONSO

Al Delusx hay que ir, no está en la ruta habitual, así que los promotores se han comprometido con un horario muy amplio que va desde las cinco de la tarde hasta bien entrada la madrugada, de martes a sábado. De alguna manera, quieren convertirse en la referencia para aquellos que escogen para cenar el Ensanche compostelano, en el que han abierto de forma salpicada varios restaurantes y vinotecas que mueven a bastante gente joven.

Y si algo han hecho antes de abrir las puertas es darle vueltas y vueltas a lo que buscaban desde que en una cena de amigos los cuatro vislumbraron las posibilidades de hacer algo distinto en la hostelería compostelana. Son conscientes de que aquellos tiempos de Santiago en los que abrías un local y trabajabas de una a cuatro de la mañana apenas sin esfuerzo se acabaron, así que hicieron una renovación arquitectónica para agradar a todas horas. «Buscamos una experiencia completa y abarcar desde el café moderno y la licorería de tarde hasta la copa de calidad, pasando por la cervecería -es un Espacio 1906 y pronto organizarán actuaciones- y el ambiente de club a partir de la medianoche», explica José Manuel.

UN GUIÑO AL PASADO

Las copas elaboradas son la apuesta estrella, y a las propuestas más clásicas sumarán la coctelería tiki, inspirada en los espectaculares combinados de la Polinesia, que vuelven a ser tendencia y que, por cierto, ya estuvieron de moda en ese mismo local en los años 80, cuando se llamaba Tai Tai y la oscuridad cotizaba al alza. La decoración era entonces a base de sillones de paja y objetos exóticos, nada que ver con la elegante sencillez por la que han optado en esta etapa, «sin recargar los ambientes». Para terminar de completar la oferta se han metido también en el mundo de las tapas «originales» para acompañar con buenos vinos o con ocho referencias de champán francés, algo que ofrecían muy pocos locales en la capital gallega. «No queremos dar de cenar. Se trata de que la gente pueda tomar algo antes de ir a un restaurante o acompañar una consumición con algo de picoteo, que siempre tendrá un toque algo loco y divertido».

ART DECÓ EN VIGO

Gatsby no ha cumplido ni seis meses desde su apertura pero está empezando a fascinar al público vigués, sobre todo al que busca algo más y mejor en una franja nocturna que a menudo se despacha con sota, caballo y rey, es decir, copas reguleras, música mainstream y decoración casi inexistente. Todo lo contrario a Gatsby, un local que haciendo honor al elevado espíritu del estilo de una época ofrece, para empezar, lo que entra por los ojos: una decoración inspirada en los años 20. Y se extiende al personal, que también lleva indumentaria acorde con la época en un escenario de dorados, art decó y sofás chéster. El espacio está pensado para público adulto. De 25 años para arriba. Y ya se sabe que a mayor edad, mayor exigencia. Eso se nota también en las bebidas. Nada de combinados facilones. Lo suyo es la coctelería servida con fineza. Luis Asenjo se ocupa con sus dos hijos de este negocio que pretende, incluso, revolucionar el mercado del ocio nocturno. La gente está harta de tener que esperar a las 2 de la madrugada para salir de copas y que haya ambiente. Nosotros, por ahora, somos un bar para tomar la primera. Estamos abriendo ahora los viernes y sábados a las 11 de la noche, pero pretendemos abrir más días y adelantar ese horario para llevarlo hacia la tarde, como en Europa. Es una batalla difícil porque en el continente todo sucede antes, pero lo vamos a intentar porque sabemos que hay demanda», asegura En cuanto a la banda sonora, su preferencia va por la música negra, funky y soul, pero reconoce que tienen que ceder «un poco» ante la presión de lo que la gente pide, es decir, el reguetón. Además organizan conciertos los viernes y el próximo, el 4 de mayo, lo protagonizará el guitarrista Diego Pacheco con su proyecto Mesteño. Gatsby está en Inés Pérez de Ceta, pegada a Areal. En una zona saturada de ruido y molestias de clientes que siguen en la calle la fiesta, hasta los vecinos están encantados. Su público no es del que vomita en los portales. Aleluya.

Gatsby, copas con clase en Vigo
Gatsby, copas con clase en Vigo Oscar Vázquez

De las luces del Gatsby nos vamos a la terraza de La Novena, una joya escondida en un lugar inesperado.

SORPRESA EN ICARIA

Nada le hace a uno presagiar que en Icaria (Oleiros, A Coruña), se podría topar con este pedazo de local. Tiene espacios para cualquier plan y a cualquier hora. Abajo, una terraza cubierta para disfrutar todo el año; dentro, un espacio diáfano lleno de butacas en las que uno se deja caer como en casa. Y arriba, la joya de la corona: otra terraza al más puro estilo ibicenco que está abierta siempre y cuando el tiempo acompaña. «Aunque está parcialmente cubierta, está pensada para abrirse y si llueve entra agua, así que hay que esperar al buen tiempo para hacerlo», asegura Chus Mouriño, la encargada de este local que se ha reconvertido en gastropub desde enero y que ofrece desayunos y menú del día para comer antes de llegar al copeteo nocturno. Aquí priman la copa clásica y la coctelería. «Tenemos daikiri, mojito, caipirinha, San Francisco... Optamos por los cócteles que más se piden», apunta Chus, que añade que en el terreno de la copa también nos podemos encontrar con whiskys más especiales como el Macallan Amber y algunas ginebras premium.

Icaria, en Oleiros
Icaria, en Oleiros MARCOS MÍGUEZ

La encargada tiene muy claro lo que triunfa en la noche: «El gin tonic y, en verano, le siguen el daikiri y el mojito». Entre las ginebras que más salen, están las rosas. «Notamos muchísimo el auge del gin rose», afirma. El perfil de su clientela suele ir de la treintena en adelante, aunque muchos grupos de jóvenes le están cogiendo el gustillo a este local al que la mayoría se desplaza expresamente. Nos lo cuentan Marta y Laura, que posan en la foto junto a sus amigos Arturo e Irene (todos tienen entre 23 y 24 años): «Nos gusta porque tiene un rollo acogedor con los sofás, y como no está en Coruña estamos más a nuestra bola, más tranquilos. Solemos estar en la terraza inferior porque hay estufas, pero en cuanto abre esta con el buen tiempo, nos subimos. El que haya cócteles también nos tira», relatan.

AMBIGÚ, EN LUGO

Uno de los locales «joya» en pleno casco histórico de Lugo es el Ambigú Lounge Bar. Abrió sus puertas en septiembre del 2012 y se encuentra en la calle Miño, en A Tinería, en uno de los barrios más dinámicos ahora mismo en la capital lucense. Es el establecimiento ideal para tomar la primera copa dada su decoración cuidada, atención idónea, música perfecta y agradable ambiente. Además, dispone de una amplia terraza para fumadores o para los que deseen degustar un buen cóctel al aire libre. «Es el primer local que visitamos en nuestros sábados de fiesta. Nos encanta tomar la primera copa en plan tranqui dado su ambiente y decoración», indica Vanesa, una asidua a este local.

Ambigú, en Lugo
Ambigú, en Lugo ALBERTO LÓPEZ

Pero el establecimiento no solo limita los horarios a los fines de semana y a las noches. Permanece abierto de jueves a sábado, de 17.00 a 3.00 horas y se ha ganado su hueco en la movida lucense ofreciendo incluso la posibilidad de hacer fiestas de empresa y pre-bodas con cátering. En cuanto a cócteles especiales, su especialidad son las caipiriñas y mojitos, aunque también dispone de una amplia gama de modernas ginebras y demás bebidas alcohólicas o refrescos. 

«Es el local idóneo para empezar la noche en Lugo. Sales de cenar y no te apetece ir directamente a un local de bailoteo puro y duro. Somos partidarias de tomar una copa en plan tranqui y ya luego salir a bailar. El ambigú es perfecto para esto puesto que, además de poner muy buena música, es genial para sentarte en una de sus cómodas butacas, charlar con tu grupo y ya después continuar la noche», opina Esther, otra clienta habitual a este establecimiento que lo define su buena decoración y gran ambiente.

NOCHE A RITMO DE JAZZ

A un tiro de piedra de la catedral de Ourense se ponía en marcha en 1986 un proyecto que se ha convertido, con el paso de los años y la apuesta musical, en uno de los referentes inexcusables de la ciudad. Junto a la riqueza patrimonial o las termas, el Café Latino es un valor añadido de la vieja Auria por su compromiso con el jazz. La vieja tienda de juguetes transformada en café sin perder la esencia de los antiguos comercios ?el local mantiene la estructura original y su distintiva escalera de madera? se convirtió poco a poco, gracias al esfuerzo y el riesgo asumido por su alma mater, Eduardo Rodríguez, en una de las paradas del circuito internacional. Por el escenario del local de la Praza de Santa Eufemia han pasado en estos años figuras de la talla de Ron Carter, Tete Montoliu, Aldi Meola, Michel Camilo o Chano Domínguez, entre muchas otras. Una faceta que en el café ourensano complementan con la promoción de los artistas gallegos: entre el otoño y la primavera el pianista Alfonso Medela actúa todos los jueves, contando cada semana con artistas invitados.

Cafe Latino, en Ourense
Cafe Latino, en Ourense MIGUEL VILLAR

En el Café Latino están en estas semanas en pleno ajetreo con uno de sus proyectos más singulares: el vigésimo segundo Festival de Jazz de Primavera. Comenzó el pasado día 8 con la actuación del cuarteto liderado por Joe Sanders y bajará el telón el 14 de junio con el concierto de la formación María Toro Quartet. En total son once actuaciones, entre las que se incluyen la presencia de Gilad Hekselman Trío (este domingo), Bill Evans (11 de mayo, en plaza delante del local) o Kenny Garrett Quintet (23 de mayo), entre otros.

Aunque el Café Latino está asociado indiscutiblemente a su compromiso jazzístico, el local de la zona monumental es mucho más que eso. Punto de encuentro para el café de la mañana ?instituciones como el Concello de Ourense o la Diputación están cerca? o las tertulias, el Latino también forma parte del circuito de copas de la ciudad. En el corazón de Ourense, el local es uno de los espacios habituales para el café de la noche o las primeras copas.