En el cole ya no suena la sirena

YES

ANGEL MANSO

De Serrat a Mamá Cabra. Algunos colegios han cambiado el sonido de la mítica sirena por canciones que, dicen, estimulan más a los niños. ¿Que toca piscina? Pues «Al agua patos».

24 sep 2016 . Actualizado a las 09:54 h.

Riiiiiing, toca volver a clase. Pero, ¿y si lo hiciésemos al ritmo de La vida es bella o No te olvides la toalla cuando vayas a la playa? Esta es ya la realidad de varios colegios como el CEIP San Xoán de Filgueira, en Ferrol. Allí les hicimos la foto a estos chavales tan marchosos a los que pillamos en plena formación de filas para subir a clase después del recreo. El repertorio de su centro da para mucho. Sin ir más lejos, la semana pasada entraban escuchando la banda sonora de La vida es bella. Tras el aviso para las parvas -el almuerzo de media mañana-, toca bajar al recreo al son de Has de estar moi ben, de Uxía, y terminarlo con La magia del piano. Para el ansiado momento de marcharse a casa, de los altavoces sale Eu teño alguén no meu corazón, de María Fumaça. Y semana tras semana, el repertorio cambia. Eso sí, cada mes sigue una temática. «El de septiembre -explica Marián, la directora del colegio- es la temática de las normas, la vuelta al cole y la amistad». Pero el año es muy largo y quedan muchos momentos a los que poner hilo musical. Este mismo lunes empieza la actividad de natación. Y, como no podía ser de otra manera, Al agua patos les dará la señal de que tienen que ir poniéndose el bañador. En Navidad les espera un repertorio en el que no faltará Mamá Cabra, el Xabarín Club y, por supuesto, Mi Burrito Sabanero. Por si no te habías enterado, cada mes tiene su hit. En junio, con el fin de curso y la llegada de las vacaciones, llega la marcha de verdad. Aquí no hay playa, Volare, El verano ya llegó o Un rayo de sol convivirán con O sole mio o Las cuatro estaciones de Vivaldi, porque aquí hay cabida para todo.

Ante todo, cultura

Todo empezó en el año 2009, a raíz de ganar el Premio de buenas prácticas de convivencia, que le reportó al San Xoán nueve mil euros. El planteamiento que les llevó a ser los elegidos entre los trabajos de centros de toda España era precisamente este: sustituir la sirena por canciones. Y no solo por reducir el estrés y el sobresalto que percibían en ciertos niños al sonar el famoso pitido -«era un ruido moi desagradable e queriamos que os nenos entrasen da maneira máis relaxada posible», indica la directora- sino que la iniciativa tiene también una vocación cultural. «A música é arte e cultura e moitas veces facemos unidades didácticas sobre ela», explica Marián, que añade que «tamén xogamos a adiviñar de quén é a música que estamos escoitando como se fose un concurso e botando a resposta nun buzón». En definitiva, se trata tanto de animar el ambiente como de «levar á práctica outra forma de incentivar ós nenos para que aprendan a escoitar», asegura. Un trabajo que costó sacar adelante. «No seu momento houbo que cablear, poñer altavoces, amplificadores e instalar o equipo técnico», afirman.

Aunque ellos se adelantaron a muchos otros colegios gallegos, hay centros que ya han tomado nota implantando este sistema y otros que estudian llevarlo a cabo. Este es el caso del ANPA del también ferrolano CEIP Cruceiro de Canido, que está en trámites para lograr la implantación de la música para entrar y salir de clase. Sobra decir que para los que nos educamos con el sonido de la sirena cuesta mucho imaginar un día de cole sin ella. Pero las nuevas generaciones, según parece, llegan bailando. Que el ritmo no pare, que diría la canción.