El piloto mordido por una tarántula narra a sus pasajeros la lucha de un compañero contra un triple cáncer

VIGO

Cedida

«Estoy ahora a 35.000 pies y no sé me ocurre nada mejor que haber escrito un mensaje de apoyo en nombre mío y de todos mis compañeros de Iberia. ¡Mario, esto va por ti!»

11 mar 2025 . Actualizado a las 01:02 h.

Era un vuelo normal, a punto de cruzar las nubes y ver el Mediterráneo en la ruta de Iberia entre Roma y Madrid, cuando el comandante tomó el micrófono para dirigirse a sus pasajeros, pero no para contarles solo el tiempo que se encontrarían al llegar a Barajas o para indicarles cómo iban sobre el horario previsto. Nacho Sobremazas, el comandante mordido en pleno despegue por una tarántula el 21 de febrero antes de que el avión recalase en Vigo, quiso aprovechar el habitual contacto con lo viajeros del vuelo que había partido de la capital italiana para homenajear a un compañero. 

«Les habla el comandante. Mi nombre es Nacho Sobremazas. Hoy yo debería hablar sobre el tiempo que hace en Madrid, sobre la hora estimada de aterrizaje, pero no voy a hacer eso. El día está triste en Madrid, está un poquito de lluvia... Pero quiero hacer una cosa especial hoy aquí», avisa el comandante de Iberia justo cuando dispone a atravesar las nubes iluminadas por el sol y con la sintonía de All by myself que hizo famosa Céline Dion de fondo. «Hay una persona que era comandante de esta compañía y que no está volando con nosotros. Está enfrentando la batalla más difícil de su vida», continúa el piloto preparando al pasaje para el relato que les quiere leer a continuación. 

«Me imagino que en este avión casi todos ustedes conocen a alguien que está encarando esa batalla. Yo estoy ahora a 35.000 pies y no se me ocurre nada mejor que haber escrito un mensaje de apoyo en nombre mío y de todos mis compañeros de Iberia, porque todos necesitamos que cuando encaramos momentos difíciles la gente esté con nosotros, que alguien esté delante, detrás al lado, pero que esté», añade el comandante Sobremazas antes de empezar a leer el texto escrito en pleno vuelo y decirle a los viajeros que transportaba que «¡Mario, esto va por ti!».

 El piloto de Iberia procede a leer su escrito glosando la fortaleza de su compañero, animándole a que no desfallezca y diciéndole que le quieren mientras de fondo se escuchan los aplausos de los pasajeros transmitiendo así también su apoyo al comandante enfermo y su aceptación respecto al mensaje escuchado durante algo más dos minutos.