La senda que envidian los «tik-tokers»

e. v. pita VIGO / LA VOZ

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A 30 kilómetros de Vigo, la fraga del río Barragán lo tiene todo para sacarse un selfi y subirlo a Instagram: una fervenza de ensueño, un castro medieval cubierto de musgo, pasos de piedra y molinos con levadas.

30 jun 2024 . Actualizado a las 00:41 h.

Atención tik-tokers e instagramers: a 30 kilómetros de Vigo existe una agreste senda rebosante de sitios bonitos y sorprendentes para sacarse selfis mientras uno se da un baño de bosque en el coto de Eiras. La corredoira PR-G 164 que conduce al embalse de Eiras, que surte de agua a la ciudad de Vigo, reúne todos los sitios instagrameables que cabe exigir a una auténtica fraga: carballeiras, corredoiras, una bonita cascada o fervenza, un castro en ruinas cubierto de musgo verde, molinos de piedra con sus levadas, hitos colocados en hilera para cruzar a pie el río y vistas de pájaro a un encoro. Ese sitio existe y está en la Fraga del río Barragán, que atraviesa Pazos de Borbén y Fornelos de Montes. Se puede visitar por una ruta circular.

Los puntos interesantes están en su tramo final: los senderistas caminan por encima de una levada o acueducto de piedra vacía que hace siglos surtía de agua a las ruedas de los antiguos molinos. En Xunqueiras, oculta tras un desvío se halla el Pozo Machado, una cascada con poza donde es obligatorio sacarse un selfi posando desde las rocas, a una distancia prudente.

Más tarde, al cruzar bajo las bóvedas de un acueducto o levada el camino desemboca en las ruinas de A Cidade, un antiguo castro con una casa reconstruida, aunque puede que su origen sea más tardío, de la Edad Media. Dado que los restos arqueológicos semienterrados están cubiertos de musgo, le da un toque de atmósfera sacada de El Señor de los Anillos, de Tolkien.

Finalmente, tras seguir caminando por encima del acueducto seco, se alcanza un coto desde el que se divisan las aguas del encoro de Eiras.

Uno de los atractivos en plan aventura de esta senda consiste en cruzar el río dando zancadas sobre unos pasos artesanales montados con piedras clavadas en el lecho. Son el colmo del minimalismo, pero muy útiles. Hay varios a lo largo del itinerario. Los antiguos habitantes cruzaban estos pasos cuando iban a los molinos. En algunos tramos, el cauce se vuelve verde y transparente.

Lógicamente, para completar esta ruta conviene caminar con botas de montaña e ir acompañado. Se suele hacer con grupos de amigos o senderistas. Según la época del año, el río puede estar más alto o las corredoiras, enlamadas.

Como curiosidad, fuera del camino hay varias aldeas con capillas. Algunos vecinos adornan sus casas con esculturas: uno de ellos reprodujo una torre de Hércules, fiel copia a escala de la de A Coruña.

La ruta circular es prácticamente llana, con alguna subida, y mide casi 20 kilómetros, aunque se puede acortar porque pasa por varios pueblos.

Aunque no es especialmente difícil es naturaleza salvaje, hay que pasar por lugares inusuales como los acueductos o saltar pasos del río. En el embalse de Eiras, hay un club deportivo con restaurante.

¿Cómo llegar?

Un punto de salida de la PR-G 164 es el atrio de la iglesia de Moscoso y As Lombas. La cascada está cerca de Xunqueiras.

¿Qué ver?

La cascada de Pozo Machado y A Cidade.