La última remesa de la UE para el Banco de Alimentos

alejandro martínez VIGO / LA VOZ

VIGO

Oscar Vázquez

La ONG que ayuda a 20.000 familias de Vigo y toda la provincia dejará de recibir productos comunitarios en el 2024 y teme la nueva situación: «Las tarjetas monedero solo son para familias con hijos»

05 oct 2023 . Actualizado a las 02:04 h.

La última gran remesa de productos alimenticios financiada por la Unión Europea ha llegado al Banco de Alimentos de Vigo. Son 325.545 kilos de comida que los voluntarios de esta organización galardonada con el Premio Príncipe de Asturias han empezado a ordenar para comenzar el reparto dentro de unos días.

Esta partida se suma a los 136.170 kilos que llegaron en mayo dentro del mismo programa europeo. Por tanto, cuando acabe este año, habrán entregado un total de 461.715 kilos del Fondo de Ayuda Europea para las Personas más Desfavorecidas (FEAD).

Los bancos de alimentos adheridos a la federación española y la Cruz Roja son las únicas entidades autorizadas para repartir los alimentos de este programa.

A partir del año que viene, ya no volverán a recibir tanta cantidad de alimentos. Llenar las estanterías de sus instalaciones en la avenida de Alcalde Lavadores dependerá más que nunca del apoyo de empresas y particulares. El motivo es un cambio en la normativa por el cual se cambiarán los productos alimenticios por tarjetas monedero. Los solicitantes de ayuda alimentaria percibirán un saldo para poderlo emplear en los supermercados.

El presidente del Banco de Alimentos, Iván Martínez, afirma que están muy preocupados por este cambio que se avecina. «No vamos a recibir alimentos, sino que una parte se va a repartir en tarjetas monedero, pero de Europa nosotros no recibiremos nada», explica.

Esta modificación tiene un inconveniente. Por los datos que tienen, estas ayudas económicas están destinadas a familias con menores a su cargo, dejando fuera al resto de los posibles beneficiarios. «A nivel nacional, hay del orden de un millón y medio de personas que reciben comida procedente de los fondos europeos gracias a los bancos de alimentos. Las tarjetas monedero estarán destinadas a 1,1 millones de personas en familias con hijos. Unas 400.000 personas no van a recibir ningún tipo de ayuda alimentaria de Europa. Eso nos preocupa muchísimo, así como las negociaciones del Gobierno central con las comunidades autónomas», afirma Iván Martínez.

Los bancos de alimentos adheridos a la Federación Española de Banco de Alimentos (FESBAL), así como la Cruz Roja, son las únicas entidades autorizadas a repartir los alimentos suministrados por el programa del Fondo de Ayuda Europea para las Personas más Desfavorecidas (FEAD). El FEAD establece la compra de alimentos en el mercado a través de un procedimiento de licitación pública y su suministro a los Bancos de Alimentos asociados que los distribuyen de manera gratuita entre las entidades autorizadas que, a su vez, entregan a las personas vulnerables. Las cantidades han descendido respecto al año pasado. En 2022, a través de estos fondos, entregaron un total de 781.837 kilos de alimentos.

La Fundación Provincial Banco de Alimentos repartió cerca de 2 millones de kilos de alimentos durante 2022, un año en el que mejoró sustancialmente la denominada cesta básica, adquiriendo y repartiendo alimentos más saludables. No obstante, este año no les han mandado ni leche ni aceite. En esta segunda fase repartirán legumbres en tarros de cristal, conservas de pescado y carne, cacao, arroz, pasta y fruta en conserva, entre otros productos. El Banco de Alimentos ha podido seguir suministrado estos productos básicos gracias al apoyo de las empresas colaboradoras. De esta forma, las organizaciones que trabajan con ellos no han notado esta carencia.

El Banco de Alimentos apelará más si cabe a la colaboración ciudadana para poder seguir realizando su labor de ayuda a las personas que no tienen dinero para poder alimentarse. A muchas personas que viven con sueldos muy bajos o con pequeñas prestaciones sociales les queda poco margen para gastar después de pagar el alquiler de sus viviendas. El incremento del precio de los alquileres ha supuesto un varapalo para muchas familias. Precisamente, las personas con escasos recursos económicos se encuentran con una verdadera barrera a la hora de acceder al mercado inmobiliario. Es prácticamente imposible lograr un aval bancario cuando se cobra una Risga o un ingreso mínimo vital.

El banco trabaja ya en la organización de la Gran Recogida. Será el último fin de semana de noviembre y se necesitará la colaboración de un ejército de voluntarios para recibir las donaciones en los supermercados colaboradores. «Nosotros estamos tratando de reinventarnos y buscar ayudas. Nos estamos moviendo e incrementando la actividad», afirma Iván Martínez.

Con carácter apolítico y aconfesional, en la actualidad atienden a unas 20.000 personas en situación de vulnerabilidad de la provincia de Pontevedra, a las que llegan a través de más 150 organizaciones no gubernamentales y entidades homologadas, que son las que conocen los casos de los usuarios en situación de pobreza.