La tecnológica viguesa que ayuda a buscar desaparecidos contrata personal cada semana
VIGO
Centum exporta un sistema que simula una red de telecomunicaciones en zonas remotas y sin cobertura. Acaba de aterrizar en Estados Unidos y Australia
01 oct 2023 . Actualizado a las 21:20 h.La viguesa Centum despeja cualquier duda sobre la capacidad de las tecnológicas para soportar las corrientes inflacionistas. La empresa que dirige Héctor Estévez está en plena expansión, pese al delicado contexto económico general. Suma plantilla «prácticamente cada semana» y acaba de aterrizar en el mercado australiano, mientras consolida su estrategia en Estados Unidos y Canadá. El éxito de la firma, en la que ya trabaja un equipo de 60 personas, es Lifeseeker, un sistema aeronáutico que sirve para localizar desaparecidos en lugares remotos del planeta, inhabilitados de cobertura. «Simulamos una red de telecomunicaciones real para detectar el teléfono móvil de quien está en una situación de emergencia», simplifica Estévez.
Esta semana, el sistema de Centum Research&Technology le sirvió a los servicios de emergencia suizos para encontrar a una personas malherida en los Alpes. Portaba su teléfono móvil y «pudieron detectarlo en diez minutos», destaca el director de la empresa. Activaron Lifeseeker después de haber peinado la zona durante horas, sin resultado. «Con nuestro sistema, transportamos sobre una plataforma aérea una cobertura que no es real, pero que para el móvil sí que lo es. De forma permanente, nuestros teléfonos intercambian información con la red. Si están fuera de cobertura, vez en cuando hacen intentos para conectarse. Lifeseeker, básicamente, detecta y localiza al móvil en uno de estos intentos», explica Hector Estévez.
Centum fabrica el sistema a mano, en el laboratorio anexo a sus oficinas en la Cidade Tecnolóxica de Vigo (Citexvi). Por etapas, han tratado de congregar toda la cadena de suministro en el área de Vigo, salvo algunos componentes muy específicos que importan de Estados Unidos. La versión mini de Lifeseeker es una especie de caja negra de catorce centímetros de alto y de ancho, fabricada con plásticos especiales en combinación con aluminio. Como si fueran cirujanos, ensamblan todas las piezas en el laboratorio: «Es una industria muy limpia». El producto está destinado exclusivamente al mercado de los servicios de emergencia, seguridad y defensa.
Suiza es uno de los principales mercados que exploró la viguesa Centum cuando arranzó su expansión, en el 2016. No fue casualidad, sino que el sistema innovador nació con la vocación de encontrar a desaparecidos en zonas montañosas. «Fue nuestra primera venta en seis años», indica Héctor Estévez. La empresa se fundó en el 2010 y todo ese tiempo lo dedicaron en exlusiva a desarrollar el producto entre seis socios. A raíz del éxito en la gran cordillera europea, la firma se ha asentado en Alemania, Francia, Lituania, Grecia, Noruega, Andorra o España.
Este año, Centum ha logrado todo un prodigio al conseguir los permisos necesarios de la Agencia Federal de Comunicaciones de Estados Unidos para instalar su sistema en drones, helicópetos o aviones en este país. Les costó más de tres años de papeleo y certificaciones. El norteamericano, indica Estévez, «es un mercado muy complicado en el que es imposible aterrizar si uno no está preparado». En Canadá, trabajan con la fuerza aérea canadiense. Uno de sus aviones porta un Lifeseeker SarXL, que es la gama de mayor tamaño, fabricada en aluminio y de aspecto más robusto. Resiste vibraciones. Muchas de las búsquedas en Canadá las realizan en aviones, debido a la extensión del territorio y la forma en que se organiza la población. Australia es el último de los países que han integrado en su lista.
«Es un producto totalmente vivo», destaca Héctor Estévez. El producto de Centum evoluciona al tiempo que lo hacen los móviles y las redes de comunicación, sobre las que ya está previsto el despliegue 6G.
Una red de comunicaciones privada y un sistema para proteger aeropuertos
La firma tecnológica aprovecha su espíritu innovador para desarrollar nuevos servicios que acaba de lanzar al mercado. Uno de ellos es una celda de telecomunicaciones. Con la ayuda de un dron, permite el despliegue de una red de comunicación privada en la que se conectan móviles. «Se puede emplear en incendios o zonas de catástrofes, como hasta ahora las radios. Pero conectar teléfonos permite enviar fotografías o vídeos y que los servicios de emergencia dispongan de un esquema más completo de lo que ocurre para tomar decisiones». Otro es un sistema de protección de aeropuertos, que ya han instalado en Barajas.