El desconsuelo de una mamá delfín que pierde a su cría en la ría de Vigo

Alejandra Pascual Santiago
alejandra pascual VIGO / LA VOZ

VIGO

Una pareja de delfines ante el archipiélago de las islas Cíes.
Una pareja de delfines ante el archipiélago de las islas Cíes. Fernando Rey / LUZLUX

Las hembras velan a sus fallecidos hasta que se descomponen y se niegan a abandonarlas

01 ago 2023 . Actualizado a las 10:46 h.

Ya lo dijo el poeta: «Maternidad: todo el amor comienza y termina ahí». El insondable sentido de la vida. Una madre delfín velaba este fin de semana a su cría en aguas de la ría de Vigo. Era consciente de que el golfiño ya no vivía, pero costaba encajar el golpe. No se permitía dejarlo solo, al azar de las corrientes marinas, y dirigía su rumbo con el morro. La escena conmueve, por su parecer con una historia de carne y hueso. Puro instinto. «Para os cetáceos a perda dun cachorro é difícil de asumir. A nai sabía que o animal non estaba vivo. Simplemente non quería abandoalo...», vaticina Alfredo López, biólogo de la Coordinadora para el Estudio de los Mamíferos Marinos. Este centro, situado en Nigrán, realizó ayer la autopsia del pequeño mamífero acuático. El estado de descomposición no permitió dar con la causa del fallecimiento.

Miembros del Cemma acudieron al rescate de la madre delfín en la ría para evitar un percance. «Preocupa que a cría morta vare e a nai vare detrás», explica el biólogo sobre el instinto maternal de acompañarlo. Un grupo de personas advirtieron a la coordinadora nigranesa que habían visto a la estirpe familiar por la ría y acudieron así al rescate de la hembra. «A nai levábao e escapábase de volta con el», explican. No es tarea sencilla quitar un hijo a nadie, aunque sea por pura supervivencia. Y, de hecho, Alfredo López considera que tiene que haber un punto de intuición para decidir el momento en que acercarse a la delfín. «Hai outras ocasións en que consideran que xa está, que poden desprenderse. Pero non é doado averiguar cando é ese momento». No hay estímulo externo que valga, ellas manejan los tiempos. En esta ocasión, finalmente el cuerpo del pequeño arroaz fue localizado en la ensenada de Cangas.

Fernando Rey / LUZLUX

La reacción del padre, «o macho», es diferente. Él también acompaña al cachorro, pero abandona el duelo más temprano y «actúa para separalos», describe el biólogo del Cemma. Como si quisieran advertir que no hay nada más que hacer. De hecho, el cuerpo del pequeño ya no era el mismo. «Por fóra, o seu aspecto era perfecto, pero por dentro estaba descomposto», explica Alfredo López. En la intervención que realizaron ayer, no pudieron averigurar el motivo que provocó que el arroaz perdiera la vida recién nacido. «Os órganos estaban completamente dañados», apunta.

Reproducción

Los delfines alcanzan la madurez sexual entre los cinco y los siete años, aunque algunas especies pueden hacerlo cuando cumplen diez. Se reproducen en épocas cálidas y, de hecho, buscan aguas más templadas para hacerlo. Las madres llevan dentro a sus crías hasta doce meses, más que un embarazo. Cuando llega el momento, quienes llegan muestran primero su cola. Y lo hacen protegidos por un grupo de arroaces que vela por que no ocurran inconvenientes durante el parto.

De manera habitual, las hembras tienen a una sola cría cada dos o tres años. «E iso foi o que pasou. Levouno dentro durante un ano e perdelo... É difícil», comparte el responsable de la coordinadora de Nigrán. El de este fin de semana no es un hecho aislado.