El presidente de la Xunta tendrá que diseñar su propio plan de inversiones para la ciudad una vez que los proyectos que anunció Feijoo están cerca de concluirse o ya planteados para su ejecución
28 jun 2022 . Actualizado a las 23:59 h.Cuando Alfonso Rueda cerró en Vigo la campaña interna que este fin de semana le llevará a convertirse en presidente del Partido Popular de Galicia, afirmó sin ambages y en varias ocasiones tener el convencimiento de que la urbe olívica es «la primera ciudad de Galicia». Investido ya presidente de la Xunta, asume con el cargo la herencia de las promesas para Vigo de su antecesor y una lista de peticiones remitida por el alcalde para, entre otros extremos, que se trate a la ciudad como la primera urbe de la comunidad y a la altura de las aportaciones fiscales de sus residentes.
Los 16 proyectos de la Administración autonómica que están en marcha comprometen una inversión de 40 millones de euros, tal y como cifró Alberto Núñez Feijoo en su despedida de la ciudad en abril. Doscientas nuevas viviendas de promoción pública en Navia; reconversión en centro sanitario integral de uno de los edificios judiciales de la calle Lalín; creación de un espacio para las asociaciones de la ciudad en la otra infraestructura judicial; modernización de las pistas de atletismo de Balaídos y dotación de otras calles cubiertas en el Ifevi; promoción del Camino de Santiago en las rutas que parten de Portugal; mejoras de saneamiento y biodiversidad en las Cíes, o el desarrollo de un plan para el sector naval con Vigo como principal beneficiario, son algunos de los proyectos comprometidos y que Rueda deberá de llevar a cabo.
Hereda Rueda también promesas más que encarriladas como la culminación de la Cidade da Xustiza, la ampliación del Ifevi, la estación intermodal, el remate de la nueva lonja de Canido y el drenaje de su puerto, y aún le quedan por hacer otras actuaciones como impulsar el desarrollo de la superficie de la antigua ETEA, concretar con el Concello la creación del anillo verde forestal, sellar un acuerdo sobre la biblioteca estatal, o alcanzar un pacto con la Administración central y local sobre el proyecto a adoptar para garantizar a Vigo el suministro de agua que precisa.
A partir de ahí, Rueda tendrá que elaborar su propia lista de compromisos con Vigo, la que deberá encarrilar en los dos próximos años y con la que pedirá el voto a los vigueses para las elecciones del 2024. Caballero tiene preparada la lista, por valor de 2.258 millones de euros concretamente, la deuda histórica que el regidor estima que ha contraído la Xunta al invertir solo 500 millones en la ciudad en los últimos 13 años, según las estimaciones del regidor.
Un ex director xeral que volverá a decidir 22 años después sobre el Área Metropolitana
Alfonso Rueda fue el director xeral de Administración Local que inició, hace 22 años, la tramitación de la Ley del Área Metropolitana de Vigo. Su diseño, bajo las órdenes del entonces conselleiro de Xustiza Antonio Pillado, colocaba a un servicio comarcal de transportes como la piedra angular de la asociación intermunicipal. Ese cimiento es el que colapsó inmediatamente tras la creación del ente, al negarse el alcalde vigués a asumir parte de la financiación de los billetes de los residentes de otros municipios. La Justicia acabó anulando hace dos años todos los actos posteriores al nombramiento de Caballero como presidente del Área y esta desapareció a todos los efectos.
Conocedor de primera mano de la normativa que lanzó la creación del ente supramunicipal, está por ver si Rueda busca o no algún acuerdo para relanzarla, extremo complicado pues Caballero mantiene su negativa a costear traslados en el bus urbano de residentes de fuera de la ciudad.
También está por ver si el nuevo presidente de la Xunta varía el criterio sobre la candidatura a patrimonio de la humanidad que el Concello trata de acotar a las Cíes, pero que la Administración autonómica insiste en hacer extensiva a todo el parque nacional de las Illas Atlánticas. Rueda detentará las competencias de Turismo, por lo que es de prever que mantendrá el criterio más amplio territorialmente posible.