Ha pasado de dirigir una planta del Meixoeiro a la pruebas del coronavirus
21 mar 2021 . Actualizado a las 23:11 h.Hace un año que el trabajo de Antonio Rodríguez se convirtió en algo ligeramente parecido a una línea de boxes de un circuito de fórmula 1. Este enfermero era -en rigor, todavía lo es- el supervisor de la sexta planta del Hospital Meixoeiro, una unidad donde tratan a pacientes de medicina interna. Hasta el 16 de marzo del 2020. Acababa de empezar el confinamiento porque la pandemia de covid-19 se expandía sin freno, y los sistemas sanitarios de todo el mundo tenían un enorme problema: apenas había capacidad para diagnosticar enfermos. Ese día citaron en el Meixoeiro a una decena de personas que estaban pendientes de una PCR. Se les tomó una muestra sin que se bajasen del coche. Al día siguiente citaron a 60. Desde entonces han tomado 250.000 muestras para pruebas del coronavirus.
La idea se inspiró en experiencias similares que habían puesto en marcha países como Corea del Sur. «Al principio citábamos un coche cada cinco minutos», dice Rodríguez. Ahora van jugando con los recursos. En septiembre, al covidauto del Meixoeiro se unió otro en el Cunqueiro, que tiene dos líneas. En el Meixoeiro también las ponen algunas tardes, cuando hacen falta. «En los momentos de pico hemos llegado a tomar muestras a 600 o 650 personas en una mañana», dice. Es una prueba por cada minuto y medio, o incluso algo menos.
Cuando empezaron las pruebas en coche, Antonio Rodríguez compaginaba su trabajo en la sexta del Meixoeiro con la organización de los turnos del covidauto. El confinamiento permitió aplanar la curva antes del verano, y en eso tuvo mucho que ver el crecimiento en el número de pruebas que procesaban los laboratorios de microbiología del Cunqueiro y del Meixoeiro. Se combinaron dos cosas: un monumental incremento de la capacidad de los laboratorios con un decisivo crecimiento en la toma de muestras, gracias a las pruebas sin bajarse del coche.
No solo fue fundamental crear el covidauto, sino también poner el circuito a punto para que tomar muchas muestras en cada jornada: «En un mes y medio ya teníamos 500 al día», explica. Desde el verano, con los dos covidautos activos, Rodríguez está enteramente dedicado a coordinar estos dos puntos de extracción. «Ahora somos un equipo de 27 personas: 14 enfermeras, doce auxiliares y yo», explica.
Al principio eran la mitad. En el equipo trabajaban profesionales del Meixoeiro que se habían apuntado voluntariamente. Ahora hay un grupo estable. No es para menos, porque el volumen de trabajo no tiene nada que ver. En marzo del año pasado solo se hacían pruebas a las personas con síntomas compatibles con el covid; ahora se hacen a todos sus contactos y se realizan también cribados. «Navidades fue una barbaridad, se permitió mucha libertad y cada día íbamos viendo cómo subían los datos; en enero y febrero prácticamente todos los días tomamos mil muestras en el Meixoeiro y 1.200 en el Cunqueiro». Son 2.200 entre ambos puntos: «Estoy seguro de que somos de los puntos de covidauto de España que más pruebas hacemos», dice.
El equipo de Rodríguez se ocupa también de buena parte de los cribados que se hacen en el área sanitaria. Algunos se ejecutan directamente en el Meixoeiro -unos pocos en el Cunqueiro-, pero en otros casos, el personal de enfermería se desplaza a otro municipio a tomar muestras. «Hay gente que lo percibe como un gasto o como una pérdida de tiempo», explica el enfermero por teléfono desde A Cañiza, adonde ha acudido con su equipo para un cribado en un centro escolar, «pero mira el ejemplo del IES Santo Tomé: salieron cuatro positivos, todos asintomáticos. Esa gente ya no contagia a nadie gracias a haber hecho la prueba. Ahora son cuatro, pero igual dentro de una semana serían diez o veinte contagiados».
El futuro genera cierta incertidumbre. «Estamos en un momento dulce», dice Antonio Rodríguez, «pero todos sabemos que va a subir; confío en que no mucho». Lo que está claro es que hay covidauto para rato. Hace un año y una semana no existía.