Superalcalde, ¿supercosecha?

Diego Pérez Fernández
Diego Pérez CONTRAPUNTO

VIGO

Óscar Vázquez

El abrumador respaldo en las urnas obliga a Abel Caballero a cumplir con las expectativas a partir de este sábado

10 jun 2019 . Actualizado a las 19:35 h.

Abel Caballero ha predicado como nadie antes en la historia de Vigo, pero llega la hora de dar trigo. El abrumador respaldo en las urnas obliga al alcalde. Su gobierno de 20 concejales, sustentado por 101.058 votos, debe ser el que más proyecte, el que más pelee, el que más haga... en definitiva, el que más cumpla. No cabe otra si quiere estar a la altura de la encomienda.

Por lo pronto, cuenta con un Gobierno amigo en Madrid. Y ya no valen excusas: debe desbloquear el AVE (siempre fue cuestión de convencimiento político y de presupuesto, no de estudios) porque se trata de una obra para cien años. Además, cuenta con la Diputación para continuar los proyectos municipales que tanto rédito le han dado y con el control de la Zona Franca para desarrollar suelo y atraer empresas.

Capítulo distinto es la relación con la Xunta. Caballero mantiene el pulso con Feijoo, que otea las autonómicas y ha echado mano de Corina Porro para recoger los restos del naufragio del PP vigués e iniciar una travesía en el desierto. ¿Cabe algún entendimiento o hay que esperar a las elecciones? De ello dependen, entre otros asuntos, un Plan Xeral consensuado y el Área Metropolitana. Por no hablar del Puerto, que sigue funcionando al margen de la ciudad pese a ser pieza clave de la misma.

Las expectativas de la cosecha son enormes. A ver qué da de sí.