Beatriz Pino (Cs): «Los auténticos veletas son el PP y el PSOE»

Carlos Punzón
carlos punzón VIGO / LA VOZ

VIGO

Oscar Vázquez

Identifica la presentación de Rivera en Alsasua como «uno de los días más complicados de mi vida»

03 jun 2019 . Actualizado a las 16:15 h.

Habla rápido, muy rápido, en consonancia con la velocidad que le ha imprimido a su vida convertirse de pronto y de manera inesperada en candidata a las elecciones generales y ser ya, solo dos meses después, diputada. «Me desespera estar parada mientras no se forma Gobierno. Me gustaría que el Congreso estuviese ya a pleno rendimiento», asegura Beatriz Pino Ocampo (Vigo, 1975), que se ha puesto como objetivo como diputada de Ciudadanos por la provincia de Pontevedra «ser la voz de los gallegos en Madrid junto a mi compañera Marta Rivera de la Cruz», la otra parlamentaria naranja de la comunidad.

Reconoce que cruzar la frontera que separa al periodismo de la política no ha sido un obstáculo especialmente dificultoso. «Dije sí al momento y sigo feliz y convencida del paso que he dado, con orgullo y valentía. Y el día que se acabe esta etapa volveré al micrófono o al papel en mano. Casi no he empezado todavía en política, pero confío en mis posibilidades para cuando esto se acabe», dice.

Cuenta como ya de pequeña entrevistaba a toda la familia en Navidades y otras celebraciones. La manera de interrogar ante las cámaras de la Mercedes Milá de sus primeros años le impresionaba. Ver a su tío Álvaro Pino en multitud de entrevistas, sobre todo cuando ganó la Vuelta a España en 1986, acabó de empujarle al mundo de la comunicación. «Hacía prácticas entrevistándole».

Licenciada en Periodismo, ha presentado y dirigido informativos y espacios deportivos en Telemadrid, Antena 3 y la TVG, trabajado en gabinetes de comunicación como el de PSA en Madrid o Jaguar-Land Rover, antes de dar el paso de coordinar la comunicación de Cs en Galicia y ser uno de los rostros habituales en la introducción de los actos del partido en toda España.

En toda su carrera profesional el papel que ha considerado más difícil, «uno de los días más complicados de mi vida», fue cuando presentó el pasado noviembre a Albert Rivera en Alsasua. «Me niego a que quieran hacerme sentir extranjera en mi propio país», explica negando que Ciudadanos y su líder hayan ido a la localidad navarra o a Rentería, epicentros del separatismo vasco, a hacerse la foto. «No. Tenemos todo el derecho a reclamar la igualdad entre personas y territorios, ahí no vamos a parar y seguiremos yendo a esos pueblos», avanza desde el plano político. Desde el personal, aún siente los manotazos y pedradas en el coche y la gorra y la cazadora que le puso la Policía Foral para disfrazarla y sacarla del pueblo tras ser la persona que más se significó en el acto por presentar a Albert Rivera.

Al líder de Ciudadanos le conoce bien. Le ha dado la palabra en decenas de actos, lo ha escuchado muchas más, y ahora es su jefe en el grupo parlamentario. «Será presidente del Gobierno sin duda ninguna», afirma taxativamente, mientras niega una imagen de extremadamente táctico o acelerado. «Es brillante, muy analítico y admirable por cómo ejerce el liderazgo. Es indiscutible», dice sin entrar al trapo sobre la posibilidad de que la sombra de Inés Arrimadas sea cada vez más alargada. «Es una de las mujeres más preparadas de este país. La trajimos de Cataluña donde era la líder, la más votada, porque el tándem que hace con Albert es perfecto, son amigos y si nota».

Desconoce todavía Pino cuál será su asiento en la cámara baja. «El primer día me fui al gallinero a propósito. Me disgustó escuchar los duros insultos que se lanzaban entre los diputados del PSOE y Vox por su ubicación en el hemiciclo. Cuanto más lejos de eso mejor».

Si hubiese dos sillas vacías entre un diputado del PP y otro del PSOE, la diputada de Cs asegura que se sentaría en el apoyabrazos del medio, aunque fuera más inestable. ¿Se inclinaría hacia un lado u otro según diera el aire?. «¿Quiere decir veleta?», inquiere. «Pues los auténticos veleta son el PP y el PSOE. Sus experiencias de Gobierno están ahí, pactando con nacionalistas y populistas ambos tras decir lo contrario».

Sobre política de pactos repite la consigna: «el PP es nuestro socio preferente, pero no a cualquier precio, claro», dice para cuestionar acuerdos con «el PSOE de Sánchez». ¿Y con el PP de Baltar? «Se verá caso por caso», añade, para reconocer que la regeneración democrática sigue siendo uno de los principios de Cs, como cuando vetaron a Cifuentes en Madrid. «No admitiremos imputados, y Baltar no lo está, pero estuvo señalado. Pedimos calma y tranquilidad. Tomaremos decisiones».