Aislados por un papel que nunca llega

alejandro martínez VIGO / LA VOZ

VIGO

Oscar Vázquez

Vecinos de un barrio de Teis esperan desde hace cinco meses que Patrimonio autorice las obras para ensanchar un camino que permita el paso de camiones de bomberos o ambulancias hasta sus viviendas

31 mar 2019 . Actualizado a las 08:49 h.

Vecinos que viven en la calle Baixada a Igrexa de Teis tienen un camino de acceso que en uno de los tramos es tan estrecho que apenas pueden pasar turismos pequeños. Esta situación constituye un problema porque los vehículos de emergencias no pueden atravesar este lugar. Ya se ha dado el caso muchas veces de que personas mayores que se han puesto muy enfermas y han tenido que ser trasladadas en sillas de ruedas hasta la otra punta del vial para poder subirse a una ambulancia.

La carretera está flanqueada por un muro de piedra en mal estado de una finca privada. Los temporales del año pasado provocaron desprendimientos, con la fortuna de que en ese momento no pasaba ningún vecino a quien le podía haber caído un cascote encima. Además de estrecho, los residentes temen atravesar un camino junto a un muro inestable que en cualquier otro momento podría provocar una desgracia.

Por eso exigen a las administraciones competentes que se pongan de acuerdo para encontrar una solución que les permita vivir tranquilos, sabiendo que si hay un incendio los camiones de bomberos tendrán un fácil acceso o si sufren algún problema grave de salud una ambulancia llegará hasta la puerta de sus casas. No como hasta ahora. «Se me encharcaron los pulmones y no puedo andar. La ambulancia no llegó y tuvieron que llevarme en una silla de ruedas», afirma una vecina de la tercera edad.

«A mi madre había que llevarla en una silla de ruedas sentada muerta con un paraguas abrigada hasta donde tenía que venir la ambulancia. Eso si que es triste», afirma María de los Ángeles López Gómez. Su hermana María del Carmen añade que ya han ido al Ayuntamiento a preguntar y les han dicho que ya está todo preparado, pero que falta «un papel de la Xunta».

El ayuntamiento está dispuesta a ensanchar el camino retranqueando uno de los muros, pero lleva cinco meses esperando por un informe favorable de Patrimonio de la Xunta de Galicia para poder ejecutar las obras. El visto bueno de la administración autónoma es obligatorio porque el muro se encuentra dentro del área de respeto del ya muy castigado Castro do Sino, en la zona de A Riouxa, en cuya cima se construyó el colegio de San Salvador.

Moción

La concejala de Urbanismo, María José Caride, defendió en el último pleno una moción del PSOE para instar a la Consellería de Cultura a emitir en un plazo máximo de 15 días el informe que permita desbloquear el proyecto. Esta propuesta fue aprobada por unanimidad. La concejala del PP Teresa Egerique se aventuró a decir que el Concello tendrá el permiso en cinco días y deseó que la administración local no tarde después en empezar las obras y que no actúen como en otras ocasiones, como por ejemplo el palco de Bouzas, pendiente aún de una rehabilitación.

El portavoz de Marea, Rubén Pérez, pensó que el asunto ya estaría arreglado porque es una obra sencilla. «La Xunta tiene un problema serio por la falta de personal por los recortes, reconocido por los propios trabajadores, y por la absoluta arbitrariedad a la hora de emitir informes», expresó este portavoz durante la sesión plenaria ordinaria.

Verónica Lorenzo González dice que su marido tiene un coche grande «y no pasa por aquí». «Hace tiempo tuve un accidente, me estropeé una rodilla y y no me venía ningún taxi a casa», asegura. «El otro día me obcequé en entrar y le hice un viaje a la furgoneta bonito, un rasca de lado a lado», lamenta el repartidor del Froiz, que tira de la carretilla para entregar un pedido. Los vecinos urgen un arreglo porque se trata de una zona de mucho tránsito. Por allí pasan muchos alumnos del colegio San Salvador.

La asociación de vecinos de Teis defiende sus intereses. Su presidente, Antonio Collazo, afirma que no se puede estar esperando eternamente por un documento de la Xunta. «Es injusto que sufran las consecuencias de un camino tan estrecho y con un muro en mal estado que ya tiene más de cien años. Las cosas de palacio van despacio, pero no tanto.», afirma.