El mercado de Progreso abrirá con restaurante y ascensor panorámico

María Jesús Fuente Decimavilla
maría Jesús Fuente VIGO / LA VOZ

VIGO

El aparcamiento subterráneo cuenta con 73 plazas ya está listo.
El aparcamiento subterráneo cuenta con 73 plazas ya está listo.

Dispondrá de cocina para que hostelería y empresas ofrezcan degustaciones

09 oct 2015 . Actualizado a las 12:27 h.

Las obras del nuevo mercado de Progreso marchan contrarreloj para poder abrir al público las próximas Navidades. Al menos ese es el deseo de los vendedores y del gerente, Raúl Fontán. Desde que se puso la primera piedra hace más de cuatro años sigue de cerca los trabajos para lograr que, pese a los problemas, llegue a buen puerto. A falta de los últimos retoques en la infraestructura, el paso siguiente será el remate de los puestos y la colocación del mobiliario.

Entre las novedades de las instalaciones figura la ubicación de un restaurante con comidas en las que se ofrecerán productos del propio mercado, y una cocina permanente en la que hosteleros y empresas cocinarán y se darán a conocer entre los clientes.

Contará con escalera mecánica y tres ascensores, uno de ellos panorámico con 21 plazas, y otro con capacidad para ocho personas. El tercero será para uso interno de los vendedores.

En las dos plantas subterráneas se situará el párking con 73 plazas y en la baja irá el mercado propiamente dicho. La planta primera estará ocupada en su totalidad por el supermercado, operado por Vegalsa-Eroski con una de sus firmas, que podría ser Familia. Para ello dispondrá de 1.300 metros cuadrados. La mayor superficie del supermercado es precisamente otra de las novedades, ya que con anterioridad compartía espacio con el mercado. En la segunda y última planta estará el restaurante-cafetería.

«Es un mercado adaptado al siglo XXI con más ocio, gastronomía, actividades y venta por Internet», comenta Raúl Fontán. Para facilitar ese ocio habrá un puesto permanente destinado a las actividades. Podrán utilizarlo, asociaciones o cualquier comerciante que lo solicite para organizar actos culturales y de ocio, en general.

A lo largo de los años que ha durado la obra han abandonado nueve vendedores, bien por cansancio, jubilación o porque no les salían las cuentas al bajar las ventas en el mercado provisional a la mitad. Sin embargo, estos puestos serán cubiertos por nuevos vendedores, la mayoría jóvenes, por lo que en total suman 43. No hay día que pase que Raúl Fontán no escuche cinco o seis veces la frase: «¿Cuándo abre?». Ya no se atreve a dar fechas, pero confía en que de esta vaya adelante.