El Chuvi lanza un plan para controlar las resonancias

Ángel Paniagua Pérez
á. Paniagua VIGO / LA VOZ

A CORUÑA CIUDAD

El gerente reconoce que existe «un problema» por la alta espera. Se harán turnos de fin de semana para controlarlo

19 oct 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

«Tenemos un problema». El gerente del Área Sanitaria de Vigo, Mario González, se refiere a las resonancias magnéticas. El problema tiene tres caras:

1) El tiempo de espera por una prueba es de 117 días (cuatro meses), como avanzó ayer La Voz; casi el triple que hace un año y el más alto de Galicia.

2) Vigo es el lugar de Galicia donde se hacen más resonancias, el doble que en A Coruña, con una población similar. «Se hacen muchas más de las que deberían», reconoce González. Este año se han realizado 15.714.

3) La gestión de estas pruebas está en manos de la empresa pública Galaria y, por tanto, al margen del servicio de Radiología, lo cual crea duplicidades y descoordinaciones. Y obliga al Chuvi a pagar a Galaria cientos de miles de euros por las resonancias.

«Tenemos un problema», resume el gerente. Pero apunta soluciones. Quiere lanzar un plan de ataque para controlar la prueba que los radiólogos consideran más potente entre los llamados estudios de imagen.

Lo primero será hacer más resonancias, porque la espera se ha disparado. Y los casos pendientes. Ahora hay 3.191, el doble que hace un año. son uno de cada tres casos pendientes en Galicia. Así que será necesario limpiar todo ese volumen. De entrada, Galaria abrirá los fines de semana para controlar la lista de espera. Es una medida que, según fuentes sanitarias, no estaba prevista y a la que será necesario recurrir ante el descontrolado aumento de la lista de espera. El objetivo será situarse en la media gallega, que ronda los 90 días, aunque en el Chuvi hace solo un año eran 47.

Lo segundo, una vez controlada la lista de espera, será hacer menos resonancias. «Tenemos que hacer solo las que necesitamos», dice el gerente. Para ello, quiere que se establezcan protocolos consensuados entre radiólogos y médicos de especialidades que piden las pruebas. Sin decirlo abiertamente, el gerente pone la pelota en el tejado de los médicos, que piden demasiadas, y de los radiólogos, que no las rechazan. De ahí que abogue por hacer protocolos conjuntos, es decir, normas que marquen cuándo se debe y cuándo no se debe hacer una prueba.

Y lo tercero será que los radiólogos del Chuvi también puedan hacer resonancias. Mario González asegura que Galaria y el Chuvi están trabajando en ello para «tener un futuro compartido». El gerente confía en que el próximo año ya se puedan explorar algunas de esas colaboraciones «para paliar este problema». Sería la primera en 19 años.