«Hay que rebelarse contra el mensaje del conformismo»

Begoña Rodríguez Sotelino
B. R. Sotelino VIGO / LA VOZ

VIGO

XOAN CARLOS GIL

El directivo de la oenegé presentó en Vigo el informe «La trampa de la austeridad»

04 oct 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

Las consecuencias de los programas de austeridad europeos son el objetivo del informe de Intermón Oxfam del que ayer habló en Vigo el director territorial de Oxfam en Cataluña, Francesc Mateu. Según este estudio, La trampa de la austeridad, si las medidas siguen adelante, en el 2025 entre 15 y 20 millones de europeos más (un tercio de los cuales serán españoles), podrían verse sumidos en la pobreza.

-¿No es una cifra un tanto exagerada?

-No. La desigualdad interna en España, que estaba en 4,5 en el 2008, llegó al 7,5 en el 2011 y según esa pauta llegará al 18 % en el 2025. Los años que ha costado recuperar la situación previa han sido entre 10 y 25. Nos hemos dado cuenta de que estas políticas son calcadas a las que a finales de los 80 y principios de los 90 se aplicaron en en América Latina, África y algunos países de Asia. Teníamos la responsabilidad de compartir el conocimiento que teníamos de aquellas crisis, qué consecuencias habían tenido y qué medidas fueron decisivas para revertir la situación.

-¿Cuáles fueron?

-Primero abordar el problema de la deuda. Todo el mundo sabe que es impagable y cuanto antes nos pongamos a renegociarla mejor. Segundo, hay que arreglar el sistema financiero para que no nos vuelva a meter en la misma situación. Y cuando esté arreglado, invertir en las personas, asegurar los recursos sociales básicos para evitar que las diferencias aumenten, introducir una fiscalidad justa y ganar en calidad democrática, en transparencia.

-Pero esos continentes tampoco han terminado de despegar...

-Al menos recuperaron la situación inicial de la que partieron, pero muchos países registran crecimientos superiores al de España.

-¿La austeridad, entonces, para qué sirve?

-Es consecuencia de quién toma esas medidas y con qué interés lo hace. Sabemos que el propio FMI ha reconocido que en Europa se han pasado de tuerca y están consiguiendo lo contrario de lo que pretendían. La clase media se empobrece y la alta se enriquece más. Cada uno puede sacar sus conclusiones.

-Además de las medidas que proponen ustedes, que solo se pueden tomar desde arriba, el ciudadano puede hacer algo?

-Yo creo que tiene la gran responsabilidad de presionar a los gobiernos porque sin el ciudadano, ellos difícilmente podrán tomar estas medidas. La presión del poder económico sobre el político es tan grande que sería imposible.

-Pero nos cuentan que el estado del bienestar no se va a recuperar, el mensaje es confórmate, que puede ser peor...

-Ha que rebelarse contra eso. Nos venden como ciertas afirmaciones que están por demostrar. Estamos acostumbrados a la inmediatez y no por ir hoy a una manifestación mañana vamos a conseguir lo que queríamos. Hay que tener constancia. Las soluciones no son instantáneas pero cuando llegan son contundentes. Las oenegés también deben seguir catalizando cosas pese a haber perdido parte del apoyo de la gente por no saber comunicar lo que están haciendo.