Desde el año 2001, con la entrega al entonces Ministerio de Pesca del buque oceanográfico Vizonde de Eza, los astilleros de Vigo han construido todos los buques oceanográficos españoles. En total cinco barcos en el período 2001-2011. Destacan dos sobremanera: el Sarmiento de Gamboa, de 70 metros de eslora, concluido en el año 2006 en los astilleros Contrucciones Navales P. Freire, contratado por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), y el Miguel Oliver, también de 70 metros de eslora, y el mayor de todos de los que dispone la Secretaría General del Mar, fabricado en este caso en la desaparecida factoría naval de M. Cíes, en Teis.
Ya antes, a principios de los años 70, el primero de todos los barcos de la flota científica española, el Cornide de Saavedra, que se puso en servicio a base de la reforma realizada en un antiguo buque arrastrero de pesca, también fue objeto de reparación en un astillero de la ciudad. A los dos citados con anterioridad se han sumado con los años el Emma Bardán, y el Vizconde de Eza, que inició la saga de los últimos años. Ambos fueron diseñados en M. Cíes.
También este mismo constructor naval fue el adjudicatario de un doble contrato para construir nuevos barcos oceanográficos para el Instituto Español de Oceanografía (IEO). Por problemas de la firma, que derivaron en su quiebra y liquidación, fueron readjudicados a mediados del año pasado a Armón. El primero de estos buques gemelos, de nombre Ramón Magalef, fue botado este mismo lunes pasado, con el amadrinamiento de la presidente de la Fundación Paideia, Rosalía Mera, y con la presencia en el astillero vigués de la ministra de Ciencia e Innovación. Cristina Garmendia. Está prevista una segunda unidad de casi 35 metros, también construida en Armón, para el próximo año 2012.