El regreso de El ministerio del tiempo sigue sin resolver la duda principal que plantea esta serie única entre sus iguales: cómo una idea que se sale del carril ha conseguido hacerse hueco en una programación generalista que pocas veces se atreve a experimentar. El espectador comprendió que esta ficción de TVE era diferente a todo lo visto anteriormente desde el episodio uno, desde ese instante en que Julián se registra en una posada bajo el nombre de Curro Jiménez, personaje memorable de Sancho Gracia, padre a su vez del actor Rodolfo Sancho. Ahora que Julián ha muerto en combate y su lógica temporal tiene que reajustarse, la serie permanece intacta y su sentido del humor, inalterable, con la ventaja de que puede saltarse cuando quiera el guion que ella misma estableció. Nada impediría, por tanto, un salto por la historia que lo devolviera a la vida.