La RTVE y los entes autonómicos cuestan al año casi 1.000 millones de euros
03 jul 2014 . Actualizado a las 07:00 h.Cada año un ciudadano de una comunidad autónoma con televisión pública paga entre 20 y 30 euros para mantener la emisión del canal. Lo que se traduce en más de 800 millones su coste en cada ejercicio. No se consigue reducir significativamente la deuda de los entes públicos regionales. A estos se le suma la delicada situación de RTVE (con 133 millones de números rojos este año), que cambió esta semana de dirección con el fin de retomar una senda en caída libre desde hace años. Y para sembrar más incertidumbre en el sector, el reciente cierre de nueve canales en la TDT -y puede que otros ocho estén sentenciados- deja el panorama con más sombras que luces.
RTVE fue líder durante décadas porque no existía competencia. Hace cuatro años dio un paso decisivo anunciando la supresión de la publicidad. Una fuente de ingresos que repercutió en la crítica racha del ente público. Incluso se han escuchado voces pidiendo el regreso de los anunciantes para taponar la herida.
Mientras, las TDT tienen ante sí un reto. El de reorganizarse. La supresión de varios canales obligó a grupos como Atresmedia y Mediaset España a reinventar su estructura. Y en el horizonte ondea la posibilidad de que ocho canales más tengan idéntico final, por lo que se aguarda un otoño caliente.
Los millones de euros que adeudan las autonómicas ya ha tenido consecuencias inmediatas. El propio Director de Comunicación y Relaciones Institucionales de RTVE, Alfonso Nasarre, llegó a cuestionar el modelo autonómico, insinuando que sobran aquellas que no alcanzan el 10 % de audiencia. Y de las 12 cadenas existentes solo 5 superan el corte.
Canal 9, estandarte público valenciano, cerró y dejó en la calle a una plantilla sobredimensionada. Un ERE terminó con 24 años de emisión y una deuda superior a los 1.200 millones. A ello hay que sumarle los 144 que costó echar el candado al ente levantino.
Otra cadena autonómica que está en el aire es Telemadrid. Varios ERE y la voluntad del gobierno autónomo de lograr un ente saneado o cerrar. La de Murcia dio entrada a capital privado y Asturias sopesó hacerlo. Baleares se lo está pensando y la mayoría de los entes autonómicos han reducido presupuesto y personal.