Pepe Rodríguez, de Masterchef: «Para aprender hay escuelas; la televisión es entretenimiento»

Bea Costa
bea costa VILAGARCÍA/ LA VOZ

TELEVISIÓN

«Hay momentos para el chuletón y momentos para la alta cocina»

19 sep 2013 . Actualizado a las 17:43 h.

«A mí en la cocina me gusta hablar de lo que siento». Con estas palabras inició Pepe Rodríguez el showcooking que compartió ayer tarde con el cocinero Pepe Solla en las instalaciones del Pazo Baión (Vilanova), dentro de las jornadas gastronómicas organizadas por la Mancomunidade do Salnés. Rodeado de profesionales del ramo, Rodríguez presentó un potaje de bacalao, patatas con costillas y una versión de verduras del cocido; tres platos que ejemplifican el maridaje entre la tradición y la innovación que lleva años practicando desde su restaurante en Toledo, El Bohío. Pero la popularidad no le llegó hasta el 2013, gracias a su participación en el programa MasterChef.

-Decía que ha sido antes cocinero que fraile. ¿Acabará en la cocina o se ordenará en la televisión?

-Si tuviese esa brújula... Me encanta estar en la televisión, me parece un oficio maravilloso, pero ¿dónde acabaré?, no lo sé. Ahora estoy del plató a la cocina y de la cocina al plató.

-¿Qué proyectos tiene?

-Ahora estamos grabando el MasterChef júnior. Se emitirá a finales de año.

-¿Mejor los júnior o los sénior a la hora de enseñar?

-Son muy bonitos los dos programas. El nivel de exigencia hacia un niño es distinto; más amable, didáctico, pedagógico. Pero el formato es el mismo y ellos te veneran como juez siendo pequeños o siendo mayores.

-A algún concursante lo «castigó» con probar su propia comida. ¿Es necesario ser cruel para vender en televisión? ¿Lo será también con los niños?

-A un niño no tengo por qué hacerle esas cosas, le diré lo que está haciendo mal, pero de la forma más didáctica posible. ¿Pero tú has visto los trece programas o hablas por una tercera voz? En los trece hemos sido duros, crueles, divertidos, didácticos, bondadosos... He tenido todos los registros que se pueden tener en una persona, lo que pasa es que la gente se queda con eso.

-En la cocina son muy importantes las proporciones. ¿Cuáles deben guardar la gastronomía y el espectáculo en televisión?

-Como la política o el deporte, la gastronomía debe tratarse de la forma más digna posible. Hay un tío, que es el genio más grande que ha dado la cocina en el mundo, que es Ferrán Adriá, que, estando valorando este tema en la radio, dijo que hay gente que cree que se puede aprender cocina en la televisión. Y para aprender cocina hay escuelas de hostelería. La televisión es entretenimiento. Con eso ya te digo todo.

-¿Cómo se concilia atender el restaurante y estar delante de la cámara?

-Trabajando mucho y teniendo un buen equipo. He estado seis meses sin coger día libre. Tengo tres hijos y una mujer, pero el que algo quiere algo le cuesta.

-¿La popularidad cuesta?

-Yo sigo siendo el mismo. Hablo y cocino con la misma contundencia que siempre. Te hacen cien fotos más, tú me entrevistas... Hay que llevarlo bien.

-¿Cómo ve la cocina gallega?

-Tiene los mismos problemas y las mismas virtudes que el resto de las cocinas de España. Hay que hacerle entender a la gente que comer es una fiesta, que no solo hay pulpo a la gallega - que está fantástico, por Dios, no perdáis eso- pero se puede hacer cocina innovadora sin perder lo gallego. Hay momentos para el chuletón y hay momentos para la alta cocina, Si esto no lo entiendes, algo te falla como ser humano.