Con la tecnología ya preparada, la idea era irrumpir con fuerza en el mercado, con una puesta en escena que pusiera a los artistas en el centro del foco. «A lo largo de la historia, cada movimiento comenzó con unos pocas personas unidas por un visión en común, una visión para cambiar el statu quo». Con este mensaje revolucionario comenzaba la declaración de principios que 16 artistas firmaron el pasado 30 de marzo, todos ellos copropietarios del servicio, cada uno con un 3 %. A saber, la esposa del rapero, Beyoncé, Jack White, Chris Martin, Daft Punk, Alicia Keys, Calvin Harris, Win Butler y Régine Chassagne, de Arcade Fire; Kanye West, Jason Aldean, J. Cole, Madonna, Micki Minaj, Rihanna, Deadmau5 y Usher. Las celebridades vendieron la plataforma como la única que estaba bajo el control de los artistas y no de un intermediario. Cabe recordar que músicos como Thom Yorke, de Radiohead, y Taylor Swift ya criticaron los pocos márgenes que Spotify pagaba a los artistas y retiraron parte de su discografía.
Pero a Tidal no le ha salido del todo bien la jugada. Inmediatamente, otros artistas empezaron a criticar el servicio. Lily Allen, por ejemplo, afirmó que la plataforma era demasiado cara comparada con sus competidores. «Ha cogido a los mayores artistas y los ha hecho exclusivos de Tidal, ¿no es cierto? La gente va a volver a las páginas de piratería derivando tráfico a los torrents», afirmó en Twitter.