El sector intenta alentar el relevo generacional con un sinfín de iniciativas, pero sigue atenazado por la falta de tripulantes
26 ago 2021 . Actualizado a las 04:45 h.Ya hace años que todos los actores de un sector esencial en la economía y la sociedad gallega y española conocen el diagnóstico de una de sus enfermedades endémicas. No es un problema de salud física ni mental, pero sí condiciona seriamente su funcionamiento y atenaza su presente y su futuro. Se devanan los sesos intentando curarlo y han probado un sinfín de recetas, pero nadie parece haber dado con una que consiga atraer jóvenes a la pesca. Organizaciones de armadores, cofradías y otras entidades redoblan esfuerzos en busca de la fórmula magistral que remedie la falta de relevo generacional en casi todas las flotas.
Que los inmigrantes han sido un paliativo para cubrir los puestos de marinería lo confirman los datos de afiliación a la Seguridad Social, según los cuales dos de cada diez tripulantes son extranjeros, complicados de contratar para cubrir necesidades de titulados de puente y de máquinas. Según organizaciones de armadores, seis de cada diez mandos rondan la edad de jubilación, con lo cual urge hallar sustitutos. Y aunque de las escuelas y de los centros de formación profesional salen cada año posibles relevos, gran parte de ellos se decantan por oficios distintos a la pesca.
No resultaron como se esperaba los intentos de captar jóvenes con los ciclos de formación profesional dual en los que fueron pioneros los armadores de Puerto de Celeiro, cuya estela siguieron en Burela, Vigo y otras localidades. Distintas organizaciones de productores pesqueros han optado por crear bolsas de empleo, poniendo en contacto a armadores con trabajadores. Grupos gallegos de acción del sector pesquero divulgaron las opciones de trabajo en la pesca.
«Hazte del mar»
A esas y a otras muchas iniciativas similares se han sumado recientemente otras. Entre ellas, la de la Organización de Productores de Pesca Fresca del Puerto de Vigo, que desarrolla el proyecto «Hazte del mar». Con el objetivo de «afrontar» la falta de relevo generacional, acude a centros de enseñanza y divulga en redes sociales el mensaje de que la pesca es «una actividad bien remunerada, con futuro y modernizada». Convencidos de que «el futuro del mar está en manos de las nuevas generaciones, la garantía de la pervivencia del sector», ofrecen información sobre los centros donde pueden formarse quienes quieran embarcar. A los mozos y a las mozas también les explican cómo se vive y trabaja en los barcos, y concretan las competencias y titulaciones para ser patrón, oficial de máquinas, contramaestre, cocinero o marinero.
Subvenciones en el País Vasco
La Federación Nacional de Pesca Artesanal espera respaldo de la Junta de Andalucía y del Ministerio de Pesca a su plan para formar jóvenes a bordo y compensar a los armadores. De las propuestas conocidas para alentar el relevo generacional, para una de las más novedosas la impulsa el Gobierno del País Vasco, que ofrece hasta 3.600 euros a los armadores por cada joven que embarquen para ayudarles a completar su formación, 4.600 si son mujeres, y una subvención de 950 euros para cada alumno.
