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El berberecho esquiva la Marteilia por primera vez desde 2011 en la ría de Pontevedra

Marcos Gago Otero
marcos gago PONTEVEDRA / LA VOZ

SOMOS MAR

Selección de almeja y berberecho recogido por los mariscadores de la ría de Pontevedra esta semana
Selección de almeja y berberecho recogido por los mariscadores de la ría de Pontevedra esta semana Ramón Leiro

Este molusco empieza a superar la plaga que lo arrasó en los bancos marisqueros

08 dic 2025 . Actualizado a las 11:28 h.

La Marteilia cochillia es el nombre de un parásito del berberecho cuyo nombre es algo difícil de pronunciar pero cuyos efectos sobre este bivalvo en las Rías Baixas fueron tan devastadores que hace algo más de diez años acabó arrasando con los bancos de este molusco en Arousa, Pontevedra y Vigo. Su impacto siguió siendo tan tremendo en el berberecho como frustrante para los mariscadores porque cada año había mucha cría y cuando alcanzaba el tamaño comercial y las cofradías pensaban superada la crisis, de repente la Mateilia provocaba una mortandad generalizada de los adultos que dejaba otra vez las capturas de berberecho en mínimos.

Ahora el último informe sobre las patologías de los bivalvos gallegos, realizado en base a muestras examinados por el Instituto Tecnolóxico para o Control do Medio Mariño (Intecmar) desvela que no se encontró rastro de este parásito en los ejemplares de los muestreos de las Rías Baixas el año pasado. Parece que la plaga está remitiendo. Son, por fin, buenas noticias al sector pontevedrés, en un escenario general donde llevan recibiendo golpe tras golpe desde la mortandad de la almeja del otoño del 2023 como consecuencia de las fuertes lluvias y la caída en picado de la salinidad en el litoral.

En su propio informe, el Intecmar califica de «letal» para el berberecho y «colapso da produción» la irrupción de la Marteilia, primero en el 2011 en Arousa y al poco tiempo después en Vigo y Pontevedra. Hubo «consecuencias graves» para el berberecho en todas las Rías Baixas.

Tan grave fue la cuestión en los bancos que el berberecho birollo (Cerastoderma glaucum) acabó por desplazar al común (Cerestoderma edule), que es el que tradicionalmente se comercializa. Ambas especies son difíciles de distinguir, pero el birollo lo tuvo más fácil al ofrecer una resistencia natural a la marteiliosis y en algunas zonas se ha convertido en la principal especie de las dos clases de este bivalvo.

Así pues, la novedad del informe de patologías es que por primera vez «dende a entrada do parasito en Galicia hai máis dunha década, o 2024 foi a primeira anualidade na que non se detectaron mostras positivas na rede de control» en las Rías Baixas. Eso no quiere decir que no haya ejemplares enfermos o que esté todavía presente, pero sí que no prevalece tanto como en años pasados y por lo tanto hay mucho berberecho libre de este parásito.

Esta es la cara A de la situación del berberecho, pero también esta otro aspecto no tan favorable en la ría de Pontevedra. El berberecho fue una de las especies de mariscos que murió en gran cantidad, cría incluida, en la mortandad del 2023. Los bancos de Poio, Os Praceres y Tambo todavía no han recuperado los niveles previos a la catástrofe ambiental.

Desde la lonja de Campelo indican que hay algo de berberecho, pero no tanto como en los dos últimos años en los muestreos aleatorios en las zonas productivas realizadas en septiembre. La razón podría ser que el desove, que se adelantó en el 2023 y el 2024 por aguas excepcionalmente cálidas, se haya retrasado en el 2025 con temperaturas más frías y normales. Este diciembre las capturas tanto en áreas de a pie como de a flote son pequeñas. La incógnita se despejará en primavera o verano, cuando los juveniles que haya ahora en la ría ya se harán notar más en las playas. Esa es la esperanza del sector profesional.