Los mariscadores comienzan su trabajo en el dragado retirando la zostera
05 mar 2022 . Actualizado a las 04:52 h.Los mariscadores, tanto los de a pie como los de a flote, salieron de nuevo este viernes a primera hora a faenar a la ría de O Burgo, pero en esta ocasión no para mariscar, sino para realizar los primeros trabajos que les ha encomendado la adjudicataria del dragado. Se centraron en el trasplante de zostera.
En la ría hay una gran zona colonizada por la fanerógama marina Zostera noltii, que integra esa pradera verde que se ve en marea baja. Sin embargo, también hay zonas en las que no existe y lo que se intenta con estos trabajos es realizar una mejor distribución de una planta de la que se destaca su importancia para la «deposición de sedimentos, estabilización de sustrato arenoso y fangoso, ejerce de sustrato para epífitos algares y micro invertebrados, guardería de especies, etc.», según indican Ecologistas en Acción.
Es una labor compleja en una ría en donde el lodo ha copado buena parte de los fondos y el canal de navegación en marea baja resulta irrisorio. Las jornadas se prevén laboriosas y hoy continuarán con unos trabajos que tendrán ocupados todo este mes de marzo a los mariscadores.
Será en el mes de abril cuando los mariscadores comiencen con la otra parte de los trabajos que les han encomendado, la retirada de la cría de marisco de la ría. Será el paso previo a que pueda entrar la maquinaria a realizar el dragado, iniciándose el trabajo por las zonas más contaminadas. La cría será depositada en una zona que no se vea afectada por el trasiego de un proyecto que pretende mejorar la calidad del estuario, recuperar la productividad de los bancos marisqueo y al mismo tiempo potenciar los usos lúdicos.
La UTE Acciona Construcción-Matías Arrom Bibiloni está al mando de un proyecto iniciado oficialmente el pasado diciembre y que transformará, en el plazo de 26 meses, la ría con una inversión de 32,2 millones. Sus operarios dragarán 583.000 metros cúbicos de material depositado a lo largo de los años en una superficie de unos 1.100.000 metros cuadrados.
Lo que se retire, parte servirá para crear las nuevas zonas de esparcimiento en ambas orillas, tanto en Culleredo como en Oleiros, y otra parte, la menos contaminante, será vertida a varias millas en el fondo marino.
