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«¿No vamos a poder traer ningún barco?», pregunta Vulcano al Puerto

Luis Carlos Llera Llorente
luis carlos llera VIGO / LA VOZ

SOMOS MAR

Oscar Vázquez

Los trabajadores confían en que no se vete el uso de la lámina de agua del astillero

24 jun 2021 . Actualizado a las 17:20 h.

Los trabajadores de Astilleros San Enrique, sucesor de Factorías Vulcano, han enviado una escrito al presidente del Puerto, Jesús Vázquez Almuíña, solicitándole una reunión para abordar la problemática del astillero después de que el barco Sanco Sea que iba a entrar en la factoría de Teis fuera desviado al muelle de reparaciones en Bouzas, donde permanecerá al menos una semana para su puesta a punto.

«¿No vamos a poder traer ningún barco?», se pregunta Francisco Guizán, miembro del antiguo comité de empresa de San Enrique, donde temen que la Autoridad Portuaria vete el uso de la lámina de agua del astillero. En su carta dicen que se encuentran en una situación de «no poder atracar ningún barco en las instalaciones de la factoría, al parecer por orden del Puerto». «Queremos saber el porqué de esta medida», preguntan. Recuerdan que muchos compañeros «están en sus casas con una situación muy precaria y no pueden integrarse en el astillero por falta de carga de trabajo». La plantilla espera que Almuiña les atienda «con urgencia» y confían en que todo sea «un mal entendido y podamos recuperar la normalidad en breve».

A pesar de los problemas que están surgiendo sobre el uso de la lámina de agua, una concesión portuaria que abarca unos 6.000 metros cuadrados, el astillero no se desanima en busca de nuevos clientes. Está haciendo una labor de captación comercial con numerosas llamadas y reuniones con el objetivo de reclutar buques para reparación. Se trata de un momento adecuado para las reparaciones de los barcos que tiene que salir a faenar en los próximos meses y que están llevando a cabo las puestas a punto. Otros astilleros están logrando nuevos contratos de reparación e inspecciones para certificados en buques de mediano tamaño. Astilleros San Enrique aspira a grandes buques pero no descarta nada después de haber desembolsado 10 millones de euros. La petición de entrevista al presidente del Puerto, que aún no ha aclarado por qué el Sanco Sea fue desviado a Bouzas, sigue al encuentro que tuvieron los trabajadores con el alcalde. Estos le pidieron un compromiso sobre los terrenos para que «no haya chanchullos» y Caballero pidió a la Xunta su «apoyo» al sector naval de Vigo, a la que ha vuelto a acusar de «dejarlo tirado». El regidor dijo que la «situación jurídica» relativa a la concesión de los terrenos del antiguo astillero Vulcano «no es una cuestión en la que deba entrar». Tras el encuentro mantenido con representantes del comité de empresa de Vulcano el lunes, señaló, «no se habló de urbanismo» ni de «recalificar terrenos». «En la reunión no se habló del plan de ordenación municipal. Eso ya se verá», matizó el alcalde. «Les manifesté que hay una situación jurídica que tienen que aclarar el Abogado del Estado y los tribunales», dijo Caballero. Sin embargo, reiteró su apoyo al sector naval y a los trabajadores.

El BNG pedirá en el pleno municipal de la próxima semana una declaración institucional de respaldo a la continuidad de la concesión de Vulcano.

C

Un filántropo argentino es el dueño del Sanco Sea, que va a rescatar náufragos

Enrique Piñeyro quiere ceder el barco que está en Vigo a Open Arms

 

El dueño del Sanco Sea, el barco supply matriculado en Gibraltar que se iba a poner a punto en Astilleros San Enrique para adaptarlo a la labor de rescates humanitarios y que permanece atracado en Bouzas, es propiedad del argentino Enrique Piñeyro, un filántropo y polifacético millonario. Este empresario ha puesto en marcha la oenegé Solidaire, que cuenta con un Boeing 787 que era de la línea comercial Aeroméxico y ahora es el activo principal de la asociación. Con este avión se ha dedicado al transporte de ayuda humanitaria y de vacunas en Latinoamérica. No fue su última adquisición. Piñeyro muestra en la pantalla de su móvil la foto de un barco de casco rojizo y 51,3 metros de eslora: el Sanco Sea. «Mi primer yate privado, mi yacht», ironiza. «Estaba en Oslo y la tripulación se subió para llevarlo hasta Vigo y hacer una prueba de mar. Si pasa la prueba se paga lo que resta, lo acondicionan y empieza a trabajar en el Mediterráneo. Obviamente, lo va a operar Open Arms para rescatar náufragos», explica el empresario. Piñeyro, de 63 años y nacido en Italia, es piloto, médico, productor de documentales y películas y una de las grandes fortunas de Argentina ya que heredó un emporio empresarial.

Open Arms es una ONG dedicada a asistir personas abandonadas en aguas internacionales que huyen de conflictos bélicos, persecución o pobreza, una problemática que a Piñeyro le preocupa y que ve «lo más brutal y violento del drama que se está viviendo ahora».