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El golfo de Guinea se pone más feo

E. Abuín REDACCIÓN / LA VOZ

SOMOS MAR

Armada española

La Oficina Marítima Internacional certifica que los ataques de piratas han crecido un 40 % y los ataques se producen cada vez más lejos de la costa

09 nov 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Navegar por la costa de los países del golfo de Guinea se complica cada vez más. Las navieras tiemblan al transitar por esa zona en la que se bañan Costa de Marfil, Ghana, Benín, Togo, Camerún, Guinea Ecuatorial, Gabón, Santo Tomé y Príncipe y Nigeria. Este último país parece ser la cuna original de los piratas. Al menos de los primeros. Aquellos cuyas primeras fechorías trascendieron justo cuando empezaba a decaer la delincuencia en el Cuerno de África, después de que países de todo el mundo desplegasen allí sus medios militares para poner fin a los asaltos dirigidos desde Somalia.

Neutralizada (temporalmente) la piratería en la banda oriental de África, surge con fuerza la del ala occidental. Según la Oficina Marítima Internacional (IMB) de la Cámara Internacional de Comercio (ICC), los ataques piratas a embarcaciones mercantes han aumentado en los primeros nueve meses del año un 40 % con respecto a los habidos en el mismo período del año pasado. Según el informe trimestral de la institución, han sido 44 asaltos en lo que va de año.

En todo el mundo ha habido un total de 132 incidentes y robos a mano armada protagonizados por piratas, frente a los 119 registrados hasta octubre del 2019. En esos ataques fueron abordadas 112 embarcaciones, 6 recibieron disparos de armas de fuego y dos fueron secuestrados, ambos en el golfo de Guinea. Otros 12 incidentes se quedaron en tentativa.

En esos ataques, los piratas consiguieron secuestrar a 85 marineros, que fueron retenidos para pedir un rescate. De ellos, 80 fueron capturados en los 14 ataques reportados en aguas de África occidental, en las costas de Nigeria, Benín, Gabón, Guinea Ecuatorial y Ghana.

Cada vez más violentos

Además de aumentar en número, los asaltos también son cada vez más violentos -los piratas portan armas de fuego y armas blancas- y más alejados de la costa.

Así, el ataque más distante también involucró a la mayor cantidad de tripulantes secuestrados de un solo barco. Fue en julio del 2020, cuando ocho piratas armados abordaron un petrolero en marcha a casi 200 millas de Nigeria y tomaron como rehenes a los 19 miembros de la tripulación, robaron documentos del barco y artículos valiosos, y escaparon con 13 tripulantes secuestrados. El petrolero quedó a la deriva con una tripulación de seis personas sin cualificación para dirigir ni el barco ni manejar las máquinas. Acudió en su auxilio un mercante que estaba en las inmediaciones y lo ayudó a llegar a un puerto seguro. Los 13 tripulantes fueron liberados un mes después.

El último incidente se registró el 8 de septiembre, cuando los delincuentes atacaron un buque de carga refrigerado en marcha a unas 22 millas al sur de Lagos, en Nigeria. Dos marineros fueron secuestrados, pero el resto de la tripulación logró ponerse a refugio dentro del barco. Al rescate se envió un equipo naval de Nigeria que abordó el barco y lo escoltó a un fondeadero seguro para continuar con las investigaciones.

Y toda esa actividad delictiva es a pesar de la colaboración que prestan las autoridades marítimas de esos países africanos, en especial a las nigerianas. En la zona también están desplegadas unidades de la Armada española y de la portuguesa. Porque aunque ninguno de los barcos asaltados tenía bandera española, lo cierto es que por allí transitan embarcaciones con intereses españoles y a bordo van tripulantes de esa nacionalidad. Además, los piratas no discriminan ni bandera ni tipo de barco.

Los piratas de Somalia liberan a los tres últimos rehenes de los 3.639 que secuestró

Los piratas de Somalia liberaron en agosto a los tres últimos de los 3.639 rehenes que llegaron a tener. Estuvieron retenidos durante cinco años. Eran tres trabajadores de un pesquero iraní secuestrado frente a la costa de Hobyo en marzo del 2015. Según la IMB ahora están de camino a casa tras haber sido sometidos a exámenes médicos y, por supuesto, a la prueba del covid. Eran cuatro, pero una organización de apoyo a los secuestrados consiguió que el otro tripulante fuese liberado hace un año por razones médicas.

Pero a pesar de que en el área de Somalia no se han conocido incidentes desde el 2018, las organizaciones que velan por la seguridad en la zona llaman a no bajar la guardia. Sostienen que los piratas somalíes todavía son capaces de llevar a cabo ataques, por lo que la IMB recomienda a los buques a continuar observando las recomendaciones de seguridad.

Asaltos de bajo nivel

En el otro punto caliente de la piratería, el estrecho de Singapur, se registraron 15 ataques, y en la mayoría se emplearon cuchillos en el asalto. Cierto que la mayor parte han sido asaltos de bajo nivel, pero eso no quita que haya habido amenazas, un herido y otro tomado como rehén.

En Indonesia las cosas han ido mucho mejor y en el tercer trimestre ha habido una fuerte disminución de los ataques: de los 14 registrados entre abril y junio se ha pasado a los 4 que se produjeron entre julio y septiembre, todos robos oportunistas y la mayoría en buques anclados.