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Anfaco acusa a Cepesca de tratar de monopolizar el suministro de atún a la conserva

La Voz REDACCIÓN / LA VOZ

SOMOS MAR

La industria conservera rebatió unos cálculos que, aseguran sus representantes, son de cosecha propia y carecen de base justificada

15 may 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Las diferencias entre flota e industria atunera a cuenta de la cantidad de lomos de atún que se podrán importar en los próximos dos años -los armadores piden cero y los conserveros 30.000 toneladas- han derivado en una guerra de cifras y un cruce de reproches que no parece que vayan a cesar hasta que la Comisión Europea se pronuncie finalmente sobre ese número.

Si anteayer la patronal pesquera, Cepesca, cifraba en mil empleos al año los que se perderían si se aumenta de las 22.000 actuales a 30.000 toneladas el volumen de lomos listos para enlatar que se importan sin cargas, ayer la industria conservera rebatió unos cálculos que, aseguran sus representantes, son de cosecha propia y carecen de base justificada, y se remiten a lo que ha ocurrido en estos dos últimos años, en los que el contingente era de 22.000 toneladas, en los que se han creado puestos de trabajo. «Según el número de afiliaciones a la Seguridad Social, la industria conservera española aumentó sus cifras de empleo en un 3,7 % en el 2013 y en un 4,2 % en el 2014», apuntan.

Incrementos

Y eso en un contexto de recesión económica y «con un contingente de tan solo 22.000 toneladas para toda la industria europea, del que a España únicamente llegó el 50 % del mismo, al agotarse de forma precipitada en los primeros días de enero tal y como sistemáticamente ha venido ocurriendo, en el 2013, 2014 y el 2015». Así que no quieren ni imaginar cuánto más no habrían crecido los puestos de trabajo si en lugar de 20.000 hubiesen sido 30.000 toneladas, con una cláusula de revisión del 20 % en función de su grado de uso.

Para Anfaco está claro que la pretensión de la patronal es «monopolizar el suministro de materia prima al sector conservero, al ser los lomos de atún un producto que compite con el atún entero congelado que comercializa la flota atunera», una estrategia de la que el principal perjudicado sería el consumidor.

La industria sostiene que poner límites al acceso a la materia prima sería «suicida» en plena vorágine de liberalización comercial por parte de la UE.