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Canibalismo, cerdos en descomposición y gusanos en la «granja del horror» denunciada en Burgos

M.C. REDACCIÓN

GANADERÍA

Observatorio de Bienestar Animal

La oenegé Observatorio de Bienestar Animal ha presentado una querella ante el juzgado de Lerma contra la explotación por maltrato animal. AENOR retiró el martes 28 la certificación Welfair a las dos instalaciones regentadas por el propietario de la granja, pero matizan que en las auditorías que le habían realizado «no se han apreciado situaciones homólogas a las que aparecen en el vídeo». Desde la Junta de Castilla y León dicen que tras la inspección realizada ayer «todo está en orden»

30 nov 2023 . Actualizado a las 17:51 h.

«La granja del terror es uno de los casos de maltrato animal más severos de los que hemos sido testigos hasta el momento». Julia Elizalde, mánager de campañas del Observatorio de Bienestar Animal (antes Equalia) se refiere con esas palabras a la explotación porcina ubicada en el municipio de Quintanilla del Coco (Burgos) en la que la oenegé, después de una investigación realizada entre junio y septiembre pasados, ha destapado un presunto caso de maltrato animal que ha denunciado ante el juzgado de Lerma, en Burgos. Desde ese colectivo han hecho públicas una serie de imágenes en las que se observa el precario estado en el que estaban los animales pese a que la granja, como dicen en un comunicado remitido a los medios, tenía el sello de bienestar animal Welfair, una certificación independiente de bienestar animal que tiene por objetivo garantizar el bienestar de los animales destinados a consumo. Desde la entidad quieren denunciar también las carencias que tiene en algunos casos la cadena de suministro en relación al bienestar animal.

La explotación ganadera, como confirman desde AENOR, se encontraba hasta ahora certificada en Bienestar Animal por AENOR, según el Protocolo de Bienestar Animal Welfair, cuyo propietario es el IRTA (Institut de Recerca i Tecnologia Agroalimentàries). Tras ver el vídeo que supuestamente acompaña la denuncia presentada, técnicos de AENOR realizaron el martes 28 una auditoría sin previo aviso. Como consecuencia de los hallazgos realizados, añaden desde la entidad, se procedió el día 29 a la retirada del certificado para las dos instalaciones regentadas por el propietario de la explotación en la que se realizaron los vídeos. «Esta retirada _dicen desde AENOR_ implica el cese del uso del certificado con efecto inmediato». 

Entre los daños denunciados desde el Observatorio de Bienestar Animal hay hernias graves, deformidades en las patas y heridas compatibles con el canibalismo . En este sentido, añade la oenegé que el investigador notificó que en la instalación había decenas de cadáveres en diferentes estados de descomposición, algunos canibalizados, cuando la legislación obliga a que la explotación cuente con uno o varios contenedores homologados herméticos destinados a la contención de animales muertos para la recogida de cadáveres. Además, denuncian que había purines con larvas o gusanos e incluso en imágenes tomadas por este investigador se ve un gato alimentándose de un cerdo en el interior de la instalación. Según la organización de protección animal, la presencia de estos animales en la granja implica riesgo de transmisión de enfermedades a humanos como la salmonelosis o leptospirosis. 

La imagen difundida por el Observatorio de Bienestar Animal muestra un cerdo con una hernia
La imagen difundida por el Observatorio de Bienestar Animal muestra un cerdo con una hernia Observatorio de Bienestar Animal

También dicen que en el reportaje realizado puede observarse como el operario encargado de meter los cerdos en el camión que los lleva al matadero los golpea repetidamente con una herramienta parecida a un martillo y también la picana eléctrica. 

Es por ello, añade la oenegé en el comunicado, por lo que los responsables y operarios de la granja «han sido denunciados por el Observatorio de Bienestar Animal ante el juzgado de Lerma (Burgos) por presuntos delitos de maltrato animal con agravante de muerte, además de la modalidad de acción por omisión». Desde la oenegé también han denunciado a la empresa cárnica que presuntamente gestiona la carga de los animales y que es supuestamente proveedora de supermercados Lidl por presunto delito de publicidad engañosa en sus comunicaciones públicas sobre un elevado nivel de bienestar animal. 

Desde la compañía de distribución Lidl dicen «condenar rotundamente los abusos y el maltrato animal» y manifiestao su «completo rechazo» ante este tipo de prácticas. Fuentes de la compañía de distribución apuntaron que tras conocer la información, «nos pusimos en contacto inmediatamente con los proveedores en cuestión, quienes nos garantizan que no trabajan con esta granja al no renovar el certificado de bienestar animal que exigimos a todos los centros de trabajo que operan para Lidl, tal y como se especifica en nuestra política de compras, de obligado cumplimiento para todos nuestros proveedores».

Al mismo tiempo, desde Lidl explican que a lo largo del año realizan, «de forma proactiva  y sin previo aviso, numerosos controles y auditorías a nuestros proveedores, a través de institutos independientes y acreditados, con el objetivo de garantizar que los centros de producción que trabajan para Lidl cumplen con las estrictas exigencias de bienestar animal que nos marcamos como empresa». En aquellos casos en los que se dectectaran prácticas que no se corresponden con sus estándares, añaden desde la compañía de distribución, se exigirá a los proveedores qeu dejen de trabajar automáticamente con ese centro de producción. 

En relación a los controles realizados en la granja ahora denunciada, desde AENOR apuntan que la granja de Quintanilla del Coco está certificada por AENOR, en Bienestar Animal, desde el 2019. La granja, dicen, ha sido auditada el 31 de julio del 2019; el 7 de septiembre del 2020; el 5 de febrero del 2022; el 8 y 9 de junio del 2022; el 5 de diciembre del 2022, y también el 24 de agosto del 2023. A raíz de la auditoría del 8 y 9 de junio del 2022, llevada a cabo junto a un auditor supervisor de la certificación Welfair, por iniciativa de AENOR, añaden que «se suspendió temporalmente el certificado al apreciar una serie de incumplimientos del Protocolo Welfair, siendo el más relevante una superación del número máximo de animales para la instalación auditada. Tras el procedimiento contemplado en el Reglamento de Certificación, se suspendió la certificación con efecto 11 de julio del 2022. En la auditoría de diciembre del 22, también desarrollada junto a un auditor de la certificación Welfair, se comprobó el cumplimento del Protocolo y se levantó la suspensión de la certificación, con efecto 16 de enero del 2023». Además apuntan que en «ninguna de estas auditorías se han apreciado en la explotación situaciones homólogas a las que aparecen en el video que hemos visionado».

En relación a esta denuncia desde la Junta de Castilla y León han dicho, según recoge Efe, que «está todo en orden». En este sentido, la Consejería  de Agricultura y Ganadería, gestionada por Vox, ha explicado que los servicios veterinarios oficiales de la Junta realizaron una inspección a la granja «ayer mismo», tras conocer la denuncia, que se presentó el lunes en el Juzgado de Lerma, y «está todo en orden».

Además, ha indicado que la Junta hace revisiones, en concreto encuestas de bioseguridad, en todas las granjas de Castilla y León para garantizar que se cumple con la normativa. Las explicaciones ofrecidas por el departamento de Agricultura y Ganadería coinciden con las que ha dado también a la agencia Efe el propietario de la granja porcina, que es además el alcalde del municipio, Domingo Pozo, quien se ha mostrado molesto por lo ocurrido. Pozo ha confirmado que personal de la Junta estuvo este miércoles en sus instalaciones y «lo vieron todo bien», ha insistido en que pasa un veterinario cada semana, y ha asegurado no haber recibido todavía la denuncia, que vincula a algún interés malintencionado de la zona.

A su vez, el consejero de Economía y Hacienda y portavoz de la Junta de Castilla y León, Carlos Fernández Carriedo, ha aclarado este jueves que los técnicos de la Junta visitaron ayer mismo la granja de Quintanilla del Coco, en la provincia de Burgos, y no detectaron irregularidades que conllevara la apertura de un expediente sancionador, tal y como recoge Europa Press. Sobre las declaraciones realizadas por el consejero de Empleo, Mariano Veganzones, en las que señaló que las imágenes difundidas por la oenegé no se corresponden con la explotación, Fernández Carriedo ha explicado que esta circunstancia se deberá dilucidar en el proceso judicial que ya se ha iniciado: «Será en ese contexto en el que se determine el contenido de esas imágenes, cómo han sido captadas y si son de esa explotación u otro sitio». Finalmente el portavoz del Ejecutivo autonómico dijo que las inspecciones a las explotaciones ganaderas son «periódicas» y ha asegurado que si se dilucidan irregularidades graves en esa explotación será la propia Junta la que se personará en el proceso judicial. «En Castilla y León somos muy rigurosos en la materia, en nuestra comunidad tenemos excelentes profesionales y, si alguien no lo incumple, pues será objeto de sanción y será una excepción», ha defendido, al tiempo que ha respaldado al sector agraolimentario que atraviesa una «difícil» situación.

Desde la Interprofesional del Porcino de Capa Blanca (Interporc), Miguel Ángel Higuera, aseguró que la inspección realizada por los veterinarios oficiales de la Junta le da bastante tranquilidad porque en la primera reacción al ver las imágenes que aparecen en el vídeo fue la de «que cierren ya la granja» porque casos como esos estarían repercutiendo muy negativamente a la actividad que realizan en el sector y que se basa en las buenas prácticas y cuidado del bienestar animal. Interporc remitió también un comunicado en el que apuntaban que «la realidad de la moderna ganadería de porcino de capa blanca es muy diferente y demostrable. Y ante la desinformación que puedan generar este tipo de publicaciones, el sector porcino recuerda que más de 415.000 personas trabajan de manera directa, indirecta e inducida en el sector porcino español y lo hacen cumpliendo con su tarea con profesionalidad y respecto absoluto a la ley».  

Las imágenes difundidas, según el Observatorio de Bienestar Animal, son fruto de una investigación realizada entre junio y septiembre de este año.