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Del robot de ordeño que favorece el pastoreo a la planta de biogás

Maruxa Alfonso Laya
M. Alfonso REDACCIÓN / LA VOZ

GANADERÍA

Maruxa Alfonso

El proyecto de reducción de emisiones de Francia cuenta con el respaldo de una serie de granjas experimentales en las que se investigan las soluciones que luego se proponen a los ganaderos

21 may 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

El proyecto para reducir las emisiones de carbono que genera el sector ganadero en general se apoya en la existencia de una serie de granjas experimentales, respaldadas por el Gobierno francés, que es donde se buscan y prueban las soluciones que permitirán al sector reducir su huella ambiental. La de Derval es un claro ejemplo de ello. En ella se crían 85 vacas en ordeño y se buscan soluciones a problemas como el consumo de energía o la gestión de purines, entre otras cuestiones.

Una de las investigaciones que esta explotación tiene en marcha es el diseño de un robot de ordeño que permita a los ganaderos mantener el sistema de pastoreo. «Teníamos constancia de que las granjas, cuando instalaban el robot, abandonaban el pastoreo», explica uno de los técnicos de esta instalación. Así que llevaron a cabo una investigación para probar «que se podía introducir el robot y mantener la crianza en extensivo», añade. Trabajaron con el objetivo de que la máquina estuviese siempre en funcionamiento y accesible para los animales y con el reto de mantener la calidad del alimento. El prototipo está ya en funcionamiento en esta granja.

Consumo de energía

Otro de los proyectos de investigación en los que trabaja esta explotación experimental es en el de reducir el consumo de electricidad de las explotaciones ganaderas. Así que pusieron en marcha un plan para reducir su factura eléctrica. «Primero tuvimos que saber lo que consumíamos y ver dónde podíamos reducir», cuentan los técnicos. Y se redujo el consumo sin hacer inversión alguna, solo revisando la maquinaria y los edificios. Posteriormente, se hizo preciso invertir en nuevos equipos y se diseñó un tanque de leche experimental que permite enfriar la leche sin consumir mucha energía.

La explotación cuenta también con una planta de biogás, que produce gas y, posteriormente, lo transforma en electricidad. Esta pensada para aprovechar los restos que genera la actividad ganadera y agrícola y se alimenta, en un 55 %, con purines y restos de materiales orgánicos de granjas, mientras que el resto viene de residuos de manzanas o harinas de las plantas procesadoras. La planta produce energía, que se vuelca en la red eléctrica. Pero tiene otras ventajas, como que de ella sacan agua caliente con la que abastecen la piscina municipal y los colegios cercanos.