Acuerdan subir los precios de reses de Ternera Gallega en base al alza de costes

La supervivencia de las granjas familiares dedicadas a la producción de Ternera Gallega Suprema estaba en juego. Sobre todo debido a un incremento de los costes de producción que, ni de lejos, se podían cubrir con los 4,7 o 4,8 euros de media que estaban recibiendo los ganaderos por unos animales que son, como dice el secretario xeral de Unións Agrarias, Roberto García «como o noso Vega Sicilia». Antes de la llegada de la pandemia, las granjas reclamaban ya precios justos, pero con el estallido de la guerra de Ucrania la situación ha ido empeorando. Ahora, tras tres meses de trabajo silencioso por parte de esta organización agraria, la coordinación de la Consellería de Medio Rural y la buena voluntad de la industria cárnica gallega y de la distribución, los precios que recibirán los productores amparados bajo la IXP Ternera Gallega (tanto los de Suprema como los de convencional) oscilarán en función de los costes de producción de cada una de estas categorías, como manda la Ley de la Cadena. La referencia será la estimación de costes que marque la Axencia de Información e Control Alimentario de Galicia, la AICA gallega, que esperan quede constituida en breve.

Lo que se pretende, como apunta García, es defender «a labor que realizan unhas explotacións que xogan un papel fundamental a nivel social, económico, territorial e medioambiental ao xestionar unhas 250.000 hectáreas de terreo que permiten ter unha carne de calidade». El objetivo es, además, revalorizar un producto de acuerdo a su calidad. A falta de disponer de unos cálculos definitivos, se estima que el precio medio por kilo canal que pasarían a cobrar los ganaderos de Suprema, aquellos que crían animales que son sacrificados antes de cumplir diez meses y que han mamado de sus madres hasta los siete meses como mínimo, debería estar en torno de ser de entorno a unos siete euros por kilo canal. Todo ello iría acompañado de una campaña de promoción para que el consumidor entienda por qué es de mayor calidad y, por tanto, por qué ha de marcar diferencia en el prrecio del lineal. Para esa campaña a nivel nacional, la Xunta y la IXP dedicarán un presupuesto de 1,4 millones de euros.

Hasta el 31 de diciembre

A grandes rasgos eso es lo que acordaron ayer en un protocolo suscrito por la cadena de valor del sector cárnico (Unións Agrarias, Gadisa y Novafrigsa) y la Indicación Xeográfica Protexida (IXP) Ternera Gallega, en el que se insta a que los contratos de compra a productores tengan una cláusula en la que se haga referencia al protocolo, que en principio estará vigente hasta el 31 de diciembre.

La firma del acuerdo, que estuvo presidida por el conselleiro de Medio Rural, José González, y por el director xeral de Industrias Agroalimentarias, José Balseiros, es la primera de una serie de rúbricas continuarán el lunes para que cada vez sean más los que vayan uniéndose. Desde distribuidores a cooperativas, mataderos o asociaciones.

El compromiso que adquieren los mataderos es el de pagarles a los ganaderos un precio igual o superior al de sus costes de producción, lo mismo a lo que la distribución se compromete con la industria. En este sentido, el director comercial de Gadisa, Santiago Condesido, que habló en nombre de la distribución, explicó que el 60 % de la carne de vacuno que se comercializa en España con distintivo de calidad es de Ternera Gallega y, con este acuerdo lo que se pretende es «evitar a destrucción de valor, algo que repercutirá en mellorar a eficiencia das explotacións e que para o consumidor final suporá poñer nas súas mans un producto de calidade óptima, ademáis de fortalecer o patrimonio de Galicia. A la defenda de esa patrimonio también se refirieron Secundino Grobas, director de Novafrigsa, quien habló en nombre de la industria; y Jesús González, presidente de Ternera Gallega. El protocolo ha de ser enviado ahora por las partes a la Comisión Galega da Competencia para que emita un informe facultativo como paso previo a su desarrollo.

Desde Medio Rural explican que «esta vía histórica para a carne que se abre en Galicia responde ás particularidades da IXP Ternera Gallega que permite que este protocolo se poida firmar no noso ámbito autonómico, xa que todos os seus canais certificados proceden de explotacións gandeiras localizadas en territorio galego, os animais tamén son sacrificados en instalacións situadas en Galicia e o 60% da súa produción se comercializa en territorio da nosa comunidade». Además, aprovecharon para explicar por qué un acuerdo de estas características no es factible en el lácteo: «Malia que as entregas de leite en Galicia representan arredor do 40% do total nacional, boa parte do proceso de transformación excede o territorio da comunidade e moito dese leite se comercializa fóra de Galicia, de aí que resulta imprescindible a implicación do Estado».

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