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La leche ha subido seis céntimos para el consumidor y menos de uno para el ganadero

Xoán Ramón Alvite Alvite
X. r. alvite REDACCIÓN / LA VOZ

GANADERÍA

José Manuel Casal

Los productores temen nuevos incrementos de costes

19 nov 2021 . Actualizado a las 11:16 h.

Los ganaderos gallegos llevan años pidiendo que se realice un reparto justo en toda la cadena de valor de la leche líquida. Es decir, que se repercutan de forma proporcional los beneficios que genera el producto desde que sale de la granja hasta que llega al consumidor final. Aunque eso es algo que recoge la Ley de la Cadena Alimentaria, al repasar la evolución de los precios que se registran en origen y los que paga el consumidor en los supermercados, ese reparto justo está lejos de cumplirse.

Eso es, al menos, lo que invita a pensar el hecho de que mientras la leche en los lineales se ha encarecido un mínimo de seis céntimos en lo que va de año, lo que cobran los ganaderos se ha mantenido prácticamente inalterable. Si en enero, según los datos que maneja el Ministerio de Agricultura, el 45 % del producto líquido que se vendía en España registraba unos precios de entre 55 y 60 céntimos por litro, ahora la horquilla está entre los 61 y los 68 céntimos. Seis céntimos de incremento para las marcas blancas, que se quedan en únicamente poco más de tres para la referencias de fabricante. Esto sitúa el precio de venta al público de la mayoría de la leche española por debajo de los 75 céntimos, el importe medio al que se vende, por ejemplo, un lata de refresco de las principales marcas del mercado.

Desde las organizaciones profesionales agrarias critican que ni siquiera una mínima parte, de la revalorización de la leche en el lineal ha ido a parar a los bolsillos de los ganaderos. Todo pese a que ese era un compromiso que las propias empresas de distribución alimentaria y el conjunto de las industrias lácteas habían adquirido en su día a través de la firma del Acuerdo para la Sostenibilidad del Sector Lácteo.

El incumplimiento lo evidencian los datos mensuales de entregas de leche que maneja la propia Administración y de los que se extrae que el precio medio que reciben los ganaderos gallegos se sitúa, a día de hoy, en 33,3 céntimos por litro o, lo que viene siendo lo mismo, tan solo 0,3 céntimos más que la cotización media en origen que se registraba a principios de año.

Estos datos dibujan un escenario muy negativo para las granjas, que se agrava con el incremento experimentado por los costes de producción durante este período y que diferentes estudios sitúan entre el 10 y el 15 %. De hecho, organizaciones como Unións Agrarias o Agromuralla ya cifran los gastos de las explotaciones en el entorno de los 40 céntimos por litro. Esto supondría que, de media, estarían perdiendo más de seis céntimos por cada litro de leche que entregan a la industria. En términos económicos, teniendo en cuenta que la producción gallega durante septiembre, dato más reciente publicado, fue ligeramente superior a los 250 millones de litros, las pérdidas sobrepasarían los 15 millones de euros mensuales.

 Récord de cierres

Esta situación que, según los representantes de los productores, puede derivar en un cierre histórico de explotaciones durante los próximos meses si las industrias no repercuten sobre los precios de la leche en origen el incremento experimentado por los costes de producción, tal y como obliga la Ley de la Cadena Alimentaria. Sobre todo, si se tiene en cuenta que, desde el sector industrial, ya se están lanzando avisos de nuevas subidas de los gastos de las granjas para principios de año. Algunas empresas, de hecho, ya están empezando a repercutir sobre los precios, los incrementos de precios experimentados por los cereales, los fertilizantes o la electricidad.

La alimentación del ganado se dispara

En este sentido, del medio centenar de conceptos que van sumando a lo largo de toda la cadena de valor de la leche líquida, la alimentación del ganado se ha convertido, con diferencia, el más cuantioso. De hecho, de cada diez euros que gastan las granjas gallegas, más de seis los destinan a este fin, siendo la compra de pienso _una vaca de alto valor genético llega a consumir 15 kilos diarios_ el gasto más elevado. Por su parte, el valor de los alimentos que se producen en una explotación gallega, mayoritariamente ensilado de maíz y hierba, apenas suponen un 25 % del coste total de la ración diaria del rebaño. De ahí que cada vez más granjas apuesten por ampliar su superficie territorial con el fin de reducir la dependencia de las compras foráneas de forraje.

Mucho menor es el gasto destinado a energía, mantenimiento de instalaciones o mejora genética del ganado _alrededor de céntimo y medio por litro en cada concepto_ e incluso el dinero para abonar sueldos y salarios, que se sitúa en 4,54 euros por litro vendido, un importe que porcentualmente representa en el 15 % del total de gastos.