Patrocinado porPatrocinado por

Ternera Gallega Suprema, un sello de calidad sin eco en el bolsillo del ganadero

Maruxa Alfonso Laya
m. alfonso REDACCIÓN / LA VOZ

GANADERÍA

MANUEL

Los criadores lamentan que su manejo sostenible no se refleja en el precio

25 may 2021 . Actualizado a las 09:17 h.

Según las cifras facilitadas por el consello regulador, más de la mitad de la carne que se produjo el pasado año al amparo de la Indicación Xeográfica Protexida Ternera Gallega llevaba el distintivo adicional Suprema. Una marca que acredita que este producto procede de reses de menos de nueve meses, que han mamado de su madre por lo menos hasta los siete y que cumplen con una serie de requisitos de bienestar animal por lo que, en consecuencia, tiene una mayor calidad. El problema, lamentan los ganaderos, es que todo este manejo sostenible no tiene reflejo en el precio que perciben por sus animales. De hecho, en la Asociación Gandeiros da Suprema calculan que sus terneros solo se pagan a entre 20 y 30 céntimos más por kilo que por uno amparado por Ternera Gallega, pero que no son Suprema, cuando los costes de producción son mucho más elevados.

«Os nosos custes de produción son o dobre que os dos cebadeiros e o traballo que hai detrás é moito maior», insiste uno de los integrantes de esta asociación de ganaderos. «Nós temos que ter ás nais en pastoreo e os becerros teñen que mamar delas, os cebadeiros son coma granxas de porcos ou aves, cos animais estabulados», añade otro ganadero de la misma entidad. «Un animal dun cebadeiro deixa un marxe de entre 60 e 80 euros, pero nós non podemos competir porque eles sacan catro mil ou cinco mil animais ao ano. Entre todos os gandeiros da asociación sacaremos uns 800», asegura un tercer profesional.

La situación viene de lejos, sostienen, pero ha empeorado desde que comenzó la crisis del coronavirus. Entonces se registró un descenso de precios que, en el consello regulador, cifran entre 30 y 35 céntimos por kilo de canal de carne. «As mesas de prezos non teñen nada que ver co que se está pagando», explica Francisco Rial, ganadero también de Suprema, «eu veño hoxe de cargar xatos que me pagaron a 4,30 euros e teño vendido algúns nos que perdín ata un euro por quilo con respecto ao ano pasado», añade. «Se collemos as facturas de anos anteriores vemos caídas de 80, 90 céntimos e ata de un euro», añade José Manuel Bruzos, otro de los ganaderos afectados. Insiste en que «hai 20 anos vendíamos os becerros a seis euros e hoxe estannos a pagar 4,20 cando o consumidor paga 8 euros».

 Desaparición de granjas

Eso está llevando a la desaparición de algunas explotaciones. «Eu xa teño a metade das vacas nais vendidas, voume dedicar a outra cousa», asegura un ganadero que lleva desde que empezó a funcionar la IXP trabajando con ella. «Estamos vendendo moi por debaixo de custes e iso é ilegal, desfíxenme das nais porque me estou arruinando», argumenta. Él tenía una explotación de tamaño medio, con unas cien madres, «e non é rentable. Estou perdendo diñeiro, poñendo cartos porque a final de mes non me queda nada», reitera. En su opinión, «unha vez que os prezos baixan é difícil que volvan subir».

¿Cuál es, en su opinión, la causa de estos problemas? «Que non estamos respaldados por unha marca. Non lles interesa a nosa marca», aseguran desde la asociación. Critican al consello regulador por haberles subido los precios de marcaje en un euro por animal en un momento tan complicado como el actual y también por no hacer promoción suficiente de la marca Suprema, «só nos queren para saír na foto».

Al mismo tiempo, reclaman la implicación de las Administraciones, «que saben que as explotacións de carne non son viables e non fan nada». Una solución, añaden en esta entidad, sería poner un precio mínimo a sus canales de carne, «como fixeron os do leite». Sería también preciso una mayor profesionalización del sector, evitando que gente que tiene el vacuno de carne como una actividad complementaria pueda vender por debajo de los costes de producción, algo que según la ley es ilegal.

El consello regulador reconoce que la cotización cayó, pero confía en la recuperación

Desde el consello regulador de Ternera Gallega sostienen que el sector no está atravesando sus mejores momentos. Reconocen que, debido a la pandemia, los precios han sufrido un descenso considerable, que cifran entre 30 y 35 céntimos por kilo de canal. Porque aseguran no tener constancia de descensos en las cotizaciones que pueden llegar a un euro, como denuncian los ganaderos de Suprema. El órgano gestor de esta IXP también se muestra optimista y considera que la recuperación de los precios irá llegando a medida que vaya remontando la economía global.

Otra de las quejas de los ganaderos de Suprema es que no se sienten respaldados por el consello regulador, que promociona de la misma forma la Ternera Gallega que la Suprema, cuando son carnes de calidades diferentes, confundiendo así al consumidor. «No súper está toda xunta, coma se fose o mesmo», lamenta uno de los ganaderos. En este sentido, el consello regulador pide a estos profesionales que transmitan sus quejas de forma oficial y a través de los canales adecuados, pues solo así podrán ser analizadas como corresponde y se les podrá buscar una solución. Desde esta entidad insisten en que están abiertos a cualquier queja o sugerencia siempre que provengan de ganaderos inscritos en la Indicación Xeográfica Protexida. Reconocen que la situación actual no es la mejor, pero no están de acuerdo con que los precios hayan experimentado un descenso de hasta un euro. En el último balance presentado por esta entidad, se cifraba en un 10 % la bajada media de los precios que perciben los ganaderos.