La Xunta promoverá la conversión de 20.000 hectáreas de eucalipto en otras especies

Galicia tiene un elevado potencial maderero con mucho recorrido. Y ese camino va mucho más allá del eucalipto. La idea del nuevo Plan Forestal, cuya aprobación está prevista para el primer semestre de este año y que este viernes fue presentado al Consello Forestal de Galicia, es determinar primero cuál es la estructura real del monte gallego para luego comenzar su reordenación en base a la fotografía dinámica de la superficie forestal que forman las sucesivas cortas o repoblaciones que se producen en él.

De ahí que entre los objetivos del plan esté la de alcanzar, en el horizonte del 2040, las 425 hectáreas de frondosas. Para ello, como avanzan desde la Consellería de Medio Rural, fomentará la reducción de un 5 % de la superficie de eucalipto en el plazo de veinte años, trabajando para que 20.000 hectáreas dedicadas a las dos principales variedades de eucalipto existentes en Galicia (globulus o nitens) acaben cambiando por masas de otras especies de árboles. Eso no implica que se pierda capacidad productora de eucalipto porque la idea, añaden desde ese departamento de la Xunta, es aumentar la productividad de los eucaliptales ya existentes, reforzándose el control de las nuevas plantaciones y potenciando la silvicultura. 

Mientras la Xunta pretende mantener a raya el eucalipto, también promoverá las plantaciones de pino de alta calidad genética, algo en lo que el Centro de Investigaciones de Lourizán lleva años trabajando, para tratar de incrementar en otras 20.000 hectáreas la superficie de estas especies con gran demanda en la industria o sectores como la construcción. 

Precisamente para convertir el monte en un motor económico mucho más potente de lo que es ahora la idea es aumentar un 30 % el volumen anual de cortas, una cantidad que podría continuar creciendo más allá del 2040. Pero en principio la idea es que en ese año estas alcancen los 12 millones de metros cúbicos frente a los algo más de nueve millones actuales. Pero no solo eso porque también esperan alcanzar las 850.000 hectáreas de bosque bajo el cobijo de algún instrumento de ordenación o de gestión forestal sostenible. 

Las medidas que recoge el Plan Forestal, que prevé invertir en el monte 4.900 millones de euros (4.000 millones procedentes de fondos públicos) durante dos décadas, responden en un 75 % a las recomendaciones del dictamen de la comisión forestal del Parlamento gallego, mientras que el resto de medidas de aquel grupo de trabajo están recopiladas en la futura Lei de recuperación de Terra Agraria. 

    

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