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España e Italia defienden que beber vino de forma moderada no debería suponer riesgo de cáncer

Jesús Carballo E. LA VOZ

AGRICULTURA

JULIEN WARNAND

Dicen que es parte de la dieta mediterránea y genera 3 millones de empleos, frente a los que lo comparan con los destilados

16 feb 2022 . Actualizado a las 09:44 h.

Tras la polémica surgida después de que trascendiese que Europa podría aprobar en breve medidas dirigidas a incluir de forma obligatoria en las bebidas alcohólicas las mismas advertencias sanitarias que el tabaco como fórmula para prevenir el cáncer, el Parlamento Europeo iniciaba este martes en Estrasburgo un debate en torno «al plan de lucha» contra esta  enfermedad esbozado por la Comisión Europea el año pasado. Precisamente, uno de los temas de esta estrategia que más fricción ha generado ha sido la categorización del alcohol.

En el día contra el cáncer pediátrico, la Comisión BECA, a través de su ponente Véronique Trillet-Lenoir, fue la encargada de presentar este informe en la Eurocámara. Durante su intervención, asoció el consumo de bebidas alcohólicas, en cualquier cantidad, con un mayor riesgo de cáncer. La cuestión es que el escrito a debate no entra a diferenciar entre los tipos de alcohol, de ahí que los mayores roces generados en el debate fueron en relación al sector del vino, un gremio que continúa peleando para que no les pongan la misma etiqueta que al resto de licores.

 El sector vinícola, la encrucijada del debate 

El texto presentado _aunque no es vinculante, podría orientar las nuevas normas de la Comisión Europea_ describe el alcohol como un factor de riesgo de cáncer. «Europa tiene el mayor nivel de consumo de alcohol del mundo y el alcohol puede causar distintos tipos de cáncer» aseguró la comisaria europea de salud Stella Kyriakides, quien citó además a la Organización Mundial de la Salud, para afirmar «que no existe un nivel de consumo seguro».

 Sus declaraciones fueron secundadas, entre otros, por el grupo de Los Verdes a través de la europarlamentaria alemana, Manuele Ripa, argumentando que cualquier consumo de alcohol se debía «considerar como tóxico, ni ingesta moderada ni nada», dijo. Su compañera de partido Tilly Metz, añadió también que «una de cada 20 muertes de todo el mundo son el resultado de una enfermedad relacionada con el alcohol». 

Ante esto, varios de los presentes, como Pietro Fiocchi, miembro del partido nacionalista italiano Fratelli d´Italia propusieron enmiendas para suavizar la redacción: «Creo firmemente que hay una diferencia entre el consumo moderado y el excesivo de alcohol», dijo. Un carro al que se subía la líder del PP Europeo, Dolors Montserrat, subrayand que no comparten “el consumo abusivo del alcohol con el consumo moderado del vino porque la dieta mediterránea nos aporta una alimentación saludable”. Y su homólogo italiano Herbert Dorfmann añadió que «no podemos evitar que haya vino sobre la mesa en determinados momentos».

Por su parte, Stefania Zambelli, de Identidad y Democracia, acreditaba que en Europa «tres  millones de empleos dependen de esta industria vinícola». Sus palabras fueron llevadas más allá por su compañero Marco Dreosto, al señalar que «los que se sacan de la mano esta propuesta alocada, por favor que se beban una copa de vino italiano que les va a enseñar educación, moderación y responsabilidad a la hora de tomar alcohol».