Denuncian, al igual que antes lo hicieron en Baleares y Canarias, que los ciudadanos locales tienen cada vez más dificultades para acceder a viviendas asequibles ante el auge los pisos turísticos
29 jun 2024 . Actualizado a las 14:43 h.Primero Canarias; Baleares, después, y ahora Andalucía. Los ciudadanos de las localidades y comunidades sometidas a una mayor presión turística han empezado a alzar su voz en protesta contra la masificación de visitantes y exigir una planificación más racional. Las últimas manifestaciones se ha vivido en la mañana de esta sábado en Málaga, y Cádiz. donde miles de personas han clamado contra la «insostenible» situación de la vivienda y los alquileres en la ciudad y reclamar un cambio de modelo turístico que permita que «vuelva a ser una ciudad digna de ser habitada», al grito de «Málaga no se vende» y «Queremos vivir, no sobrevivir».
La marcha, convocada por el Sindicato de Inquilinas e Inquilinos con el apoyo de medio centenar de colectivos, nació de un «malestar ampliamente compartido: la imposibilidad de acceder a una vivienda», la «expulsión» de los vecinos de sus barrios» ante el cada vez mayor auge de los pisos turísticos y el cierre de comercios locales.
Los asistentes han portado pancartas con lemas como «El turismo o la vida. Por una vivienda sin abusos ni especulación», «Málaga, parque temático», otra en inglés que invita a los turistas a alojarse en un hotel, e incluso una con la cara del presidente de la Junta, Juanma Moreno, con un parche en el ojo con el símbolo del euro.
También ha habido mensajes dirigidos al alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, como el que han coreado cerca de la Alameda Principal: «¿Donde está Paquito, Paquito donde está? Paquito está vendiendo lo que queda de ciudad» o «Tengo trabajo, no tengo casa», en alusión a unas recientes palabras del regidor.
En la protesta, que ha recorrido el centro de la capital malagueña, ha participado la diputada y secretaria general de Podemos, Ione Belarra, quien ha reclamado medidas «contundentes y valientes» contra el fenómeno de la «turistificación» como una moratoria de viviendas turísticas y que se reduzcan las existentes.
«La gente está diciendo alto y claro que las ciudades son para vivir, no son para los turistas», porque en el caso de Málaga «ya no aguanta más», ha manifestado a los periodistas Belarra, quien ha criticado al presidente andaluz por actuar «como un auténtico comercial de la patronal inmobiliaria: trabaja para los grandes propietarios y no para los vecinos».
También ha participado en la manifestación el secretario general del PSOE de Málaga, Daniel Pérez, quien ha instado al presidente de la Junta y al alcalde de la ciudad a «tomar nota» de esta movilización de los malagueños y a «mover ficha».
Ha recordado que ayuntamientos como el de Madrid, Barcelona o Bilbao ya han tomado medidas para poner coto al crecimiento de las viviendas turísticas, mientras que en Málaga «se ha mirado para otro lado».
El Ayuntamiento anunció recientemente que los nuevos pisos turísticos tendrán que tener una entrada independiente, una medida temporal para «calmar» el mercado de la vivienda mientras se trabaja en un marco definitivo que regulará las condiciones de implantación del uso turístico.
Según el Sindicato de Inquilinas, hasta el 12 de junio había inscritas en el Registro de Turismo de Andalucía 12.196 viviendas de uso turístico en Málaga, lo que supone 63.594 plazas. En algunas zonas, como el entorno de la plaza de La Merced, -desde donde ha partido este sábado la protesta- un 68,9 % de las viviendas están dedicadas al turismo.
El colectivo avisa de que no va «permitir que la ciudad sea un parque de atracciones vaciado de vecinos» en el que las tiendas se sustituyan por franquicias, las aceras por terrazas y los alquileres por cartas de desahucio.
En Cádiz participaron en la manifestación contra la saturación turística unas 3.000 personas convocadas por la Plataforma Cádiz Resiste. «No somos vuestros souvenirs, tampoco vuestros juguetes», han dicho en un manifiesto leído en un encuentro organizado para reivindicar medidas urgentes ante esta realidad que está «expulsando a vecinas y vecinos de la ciudad de Cádiz bajo un modelo turístico insostenible».
«Declaramos urgente la necesidad de establecer zonas tensionadas en nuestra ciudad para frenar la especulación inmobiliaria y proteger el derecho a una vivienda digna para todos los residentes», ha expresado la Plataforma en su reivindicación.
Cádiz Resiste ha exigido una moratoria indefinida en la emisión de licencias para Viviendas de Uso Turístico (VUT) para detener la proliferación descontrolada de estas propiedades y garantizar el acceso equitativo a la vivienda.
Reclaman la implementación de una tasa turística y el aumento de impuestos específicos como los de basuras e IBI para las VUT, con el objetivo de que estos ingresos se destinen a mejorar los servicios públicos y a mitigar el impacto negativo en la ciudad.
También han pedido en su manifiesto la realización de inspecciones rigurosas y constantes para identificar y sancionar las VUT ilegales, protegiendo así el mercado de alquiler residencial y garantizando la seguridad y calidad de vida de los vecinos.