Tras doce horas de negociación, la cantante y el futbolista han acordado que los niños cruzarán el charco después de las Navidades
08 nov 2022 . Actualizado a las 22:27 h.Este lunes 7 de noviembre era una fecha marcada en rojo en el calendario de Shakira y de Gerard Piqué. Seis meses después de su separación y tras numerosas negociaciones fallidas entre sus abogados, llegaba la reunión definitiva entre la cantante y el futbolista para alcanzar un acuerdo por la custodia de sus hijos. Era el único punto en desacuerdo que ha habido a la hora de firmar un convenio. Mientras la colombiana pretendía mudarse con ellos a Miami, el culé no quería que abandonasen Barcelona.
Ninguno estaba dispuesto a ir a juicio y que fuese un juez quien decidiese el destino de los pequeños Milan (11) y Sasha (9), por lo que este nuevo cara a cara en la casa de la colombiana se preveía el último intento para llegar por fin a un pacto con el que ambos estuviesen conformes. La reunión comenzaba a las 13.00 horas, cuando llegaron los abogados de Piqué y Shakira. En la puerta del que fuera el hogar de la pareja, ambos se pararon a hablar con la prensa. Ramón Tamborero, representante legal de Piqué, aseguró que había «mucha voluntad, si no no estaríamos aquí». Además, indicó que el futbolista seguiría siendo «un padre presente».
Piqué, por su parte, llegó en torno a las 14.00 horas a través del anexo en el que viven los padres de Shakira, logrando esquivar las cámaras. De ahí los rumores que, en un primer momento, indicaban que Gerard no habría asistido.
Después de doce horas de reunión, tanto el defensa —con rostro cansado y sin hacer declaraciones— como los abogados abandonaban el lugar confirmando que por fin había acuerdo, del que sin embargo han evitado entrar en detalles. Sin embargo, los datos trascendieron. La Vanguardia publica que finalmente ha sido Piqué quien ha cedido, por lo que Shakira se llevará a Milan y a Sasha a Miami. La semana pasada, la revista ¡Hola! indicaba que la principal preocupación de la cantante era proteger a su familia y mantener a sus hijos apartados del revuelo mediático. Por eso, temía que Milan y Sasha se enteraran en el colegio de todas las noticias sobre la nueva relación de su padre.
Los menores pasarán en Barcelona las Navidades pero, en cuanto comience el 2023, se mudarán con el fin de que no vivan la separación de sus padres de una manera traumática. A cambio, Piqué podrá cruzar el Atlántico para verlos siempre que quiera, algo más factible desde su retirada del fútbol, y los gastos irán a la cuenta común.
Por el bien de sus hijos ninguno de los dos estaba dispuesto a ir a juicio, por lo que, como asegura el periodista Andrés Guerra, Gerard ha decidido dar su brazo a torcer. Con esto, cobra más sentido que nunca la frase con la que el defensa se rompió por completo en su último partido en el Camp Nou: «A veces amar significa dejar ir».