La decisión de postergar el viaje ha sido tomada en las últimas horas y causa una gran sorpresa tanto en el Vaticano como en la República Democrática del Congo y en Sudán del Sur, donde los preparativos estaban muy avanzados para recibirle. La visita se retrasa a una fecha todavía por definir, aunque es muy improbable que pueda realizarse antes de marzo de 2023, según aclararon fuentes vaticanas, debido a las condiciones climáticas africanas y a los otros compromisos que tiene el papa en su agenda. Los problemas de rodilla de Francisco también van a provocar probablemente un retraso en el viaje que tenía previsto realizar a finales de julio a Canadá.
La noticia de que Bergoglio no viajará en julio a África llega en un momento en el que se han desatado los rumores en Roma sobre su hipotética voluntad de renunciar al pontificado, como ya hizo su antecesor, Benedicto XVI. Estas especulaciones, que también circularon cuando tuvo que someterse a la operación de colon, se han visto propiciadas por sus problemas de movilidad y por el hecho de que, el 28 de agosto, vaya a viajar a la ciudad de L'Aquila, en el centro de Italia, donde visitará la tumba de Celestino V, un Papa que pasó a la historia por renunciar al pontificado a finales del siglo XIII.