Francisco acepta con «amargura» los consejos de los médicos para no empeorar sus problemas de movilidad, que han propiciado rumores sobre una hipotética voluntad de renunciar al pontificado
10 jun 2022 . Actualizado a las 16:02 h.Los problemas de movilidad que sufre en una rodilla y que le han obligado a utilizar una silla de ruedas desde hace alrededor de un mes han provocado que el papa Francisco, de 85 años, postergue la gira africana que tenía previsto realizar del 2 al 7 de julio, con etapas en la República Democrática del Congo y en Sudán del Sur.
El Vaticano informó este viernes de que Jorge Mario Bergoglio se ha visto «obligado» a tomar esta decisión con «amargura» y siguiendo los consejos de los médicos, que le han advertido de que los esfuerzos que habría tenido que realizar durante el viaje habrían echado a perder la mejora conseguida durante las últimas semanas. Es la primera vez que se tiene que anular una visita pontificia por motivos médicos de las últimas tres décadas.
El portavoz vaticano, Matteo Bruni, explicó que el Pontífice siente «menos dolor» en la rodilla que hace unas semanas, una mejora que ha logrado gracias a las infiltraciones, la fisioterapia y el reposo que le proporciona la silla de ruedas a la hora de evitar desplazamientos. «Los médicos le han dicho que un esfuerzo excesivo podría hacer que volviera atrás y no pudiera recuperar las mejoras logradas hasta ahora», comentó Bruni. Francisco, de momento, descarta operarse para evitar los riesgos de la anestesia general y las complicaciones de la recuperación que tiene muy presentes, pues el pasado mes de julio tuvo que pasar por el quirófano para que le extirparan 33 centímetros de intestino por un problema en el colon.
La decisión de postergar el viaje ha sido tomada en las últimas horas y causa una gran sorpresa tanto en el Vaticano como en la República Democrática del Congo y en Sudán del Sur, donde los preparativos estaban muy avanzados para recibirle. La visita se retrasa a una fecha todavía por definir, aunque es muy improbable que pueda realizarse antes de marzo de 2023, según aclararon fuentes vaticanas, debido a las condiciones climáticas africanas y a los otros compromisos que tiene el papa en su agenda. Los problemas de rodilla de Francisco también van a provocar probablemente un retraso en el viaje que tenía previsto realizar a finales de julio a Canadá.
La noticia de que Bergoglio no viajará en julio a África llega en un momento en el que se han desatado los rumores en Roma sobre su hipotética voluntad de renunciar al pontificado, como ya hizo su antecesor, Benedicto XVI. Estas especulaciones, que también circularon cuando tuvo que someterse a la operación de colon, se han visto propiciadas por sus problemas de movilidad y por el hecho de que, el 28 de agosto, vaya a viajar a la ciudad de L'Aquila, en el centro de Italia, donde visitará la tumba de Celestino V, un Papa que pasó a la historia por renunciar al pontificado a finales del siglo XIII.
El día antes, 27 de agosto, Francisco presidirá un consistorio en el que creará 21 cardenales, por lo que la mayoría de los miembros del Colegio Cardenalicio habrán sido entonces elegidos por él, lo que hace pensar que, a la hora de elegir a un sucesor, los purpurados podrían optar por un eclesiástico no muy alejado de la idea de Iglesia que tiene Bergoglio. También alimenta los rumores el hecho de que, a su vuelta a Roma tras el viaje a L'Aquila, Francisco vaya a reunirse durante dos días en el Vaticano con los cardenales para analizar con ellos la reforma de la Curia romana tras la entrada en vigor, el pasado domingo, de la Constitución Apostólica Praedicate Evangelium.
Pese a estas especulaciones, diversas fuentes vaticanas consultadas consideraron muy improbable que vaya a producirse una renuncia de Francisco mientras siga con vida Benedicto XVI, de 95 años. Explicaron además que ya estaba fijada la reunión con los cardenales del 29 y 30 de agosto para hablar de la Praedicate Evangelium, a la que luego el Papa decidió sumar la convocatoria del consistorio y el viaje a L'Aquila.