Organizaciones españolas piden al Gobierno garantizar el acceso global a la vacuna anticovid de Hipra

La Voz AGENCIAS / LA VOZ

SOCIEDAD

Un voluntario participa en el ensayo clínico de la vacuna de Hipra en el Hospital Regional de Málaga
Un voluntario participa en el ensayo clínico de la vacuna de Hipra en el Hospital Regional de Málaga JUNTA DE ANDALUCÍA | EUROPA PRESS

Las entidades consideran que el fármaco con sello español, que se encuentra a punto de comenzar la última fase de los ensayos clínicos, no debe tener licencias exclusivas para evitar los monopolios de propiedad intelectual

22 feb 2022 . Actualizado a las 18:26 h.

Una veintena de organizaciones han solicitado al Gobierno que garantice el acceso global a la vacuna anticovid de la farmacéutica Hipra, y la primera  hecha en España, que ha sido desarrollada con inversión pública y se encuentra a punto de comenzar la tercera fase de los ensayos clínicos, etapa previa a su aprobación definitiva. Así lo han comunicado este martes a través de una carta pública.

Las oenegés reclaman al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que se impongan condiciones en los contratos de financiación para que las licencias de las vacunas anticovid -desarrolladas con dinero público- no tengan licencias exclusivas. Con esto, pretenden garantizar que más países tengan acceso a ellas y evitar los monopolios que provoca la propiedad intelectual cuando todo queda en manos de la industria farmacéutica.. En esa línea, piden que la vacuna de Hipra y las que desarrolla el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) se incorporen a C-TAP, la plataforma impulsada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) para compartir el conocimiento y la propiedad intelectual de las vacunas y de otras herramientas contra el covid-19.

Para la investigación y el desarrollo de la vacuna, las entidades recuerdan que la compañía ha recibido millones de euros de inversión pública. Entre otras partidas, ha obtenido 15 millones en ayudas para la fase IIb/III de los ensayos clínicos, según anunció hace unos meses la ministra de Ciencia e Innovación, Diana Morat.

Sin embargo, afirman las organizaciones, «nada garantiza que cuando la vacuna empiece a producirse pueda llegar a todas las personas que la necesiten dentro y fuera de nuestras fronteras». Por ello, insisten a Pedro Sánchez que «se encuentra en el ámbito de sus responsabilidades la búsqueda de fórmulas que coloquen como objetivo central la salud pública y propongan a las empresas una remuneración adecuadamente proporcional a sus esfuerzos de inversión».

Las organizaciones también recuerdan que el momento actual es «clave», ya que en los países de bajos ingresos se ha vacunado con dos dosis solo al 10% de la población. «La causa son los monopolios de las vacunas que han limitado la producción y elevado los precios junto con el acaparamiento de vacunas desencadenado entre los países que pueden pagar los precios impuestos por contrato por las farmacéuticas», afirman. Sin embargo, aseguran, la estrategia debería ser la contraria: «aumentar la producción y diversificarla en todas las regiones del mundo fortaleciendo los sistemas sanitarios». Se trata, en definitiva, de «mejorar la respuesta de todos los países a los desafíos globales de salud publica».

La carta está firmada por Salud por Derecho, Médicos del Mundo, Asociación por un Acceso Justo al Medicamento, Organización Médica Colegial, No Gracias, Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública (FADSP), Amnistía internacional, Oxfam Intermón, Confederación Intersindical, CEAV, Confederación Intersindical Galega, Valencia Saludable y medicusmundi Mediterránea. Además de por la Coordinadora de Organizaciones para el Desarrollo (CONGD), Farmamundi, Plataforma de afectados por hepatitis C (PLAFH), medicusmundi, Comisiones Obreras - CCOO, Unión General de Trabajadores - UGT, Right2Cure - Campaña Non Profit on Pandemic EU, Intersindical Valenciana, ACDESA PV, y AVUSAN Asociación Valenciana de Usuarios de Sanidad.

Médicos Sin Fronteras se une a la petición

Hoy se retoman oficialmente en Ginebra las negociaciones sobre la exención de los derechos de propiedad intelectual de la tecnología covid-19 en la Organización Mundial del Comercio (OMC). Coincidiendo con esta cita, Médicos Sin Fronteras (MSF) pide a la Unión Europea, a Reino Unido y a Suiza que apoyen con celeridad una histórica suspensión que eliminaría los monopolios de propiedad intelectual sobre los instrumentos médicos asociados con el virus y que ya cuenta con el apoyo de más de 100 países. MSF también insta a Estados Unidos a mostrar un liderazgo concreto para acelerar las negociaciones y ampliar el alcance de su apoyo más allá de las vacunas, para incluir medicamentos y diagnósticos.

«Con casi seis millones de vidas perdidas en casi dos años de pandemia, resulta desgarrador seguir siendo testigos de la escandalosa desigualdad en el acceso a las herramientas médicas de covid-19 en muchos de los países de ingresos bajos y medios en los que trabajamos, mientras que los países ricos que han acaparado las vacunas están ahora comprando gran parte del suministro de nuevos tratamientos», alerta Yuanqiong Hu, coordinadora de Políticas de la Campaña de Acceso de MSF. «La UE, Reino Unido y Suiza deberían atender el llamamiento de los países de ingresos bajos y medios para respaldar esta pionera exención que podría promover el acceso, la producción local y la autosuficiencia».

Además de la continua desigualdad en el acceso a las vacunas, el acceso a los tratamientos anticovid sigue siendo un enorme desafío. El reciente tratamiento oral recomendado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), el baricitinib, está ampliamente patentado en más de 50 países, y su precio está fuera del alcance de la mayoría de los estados de ingresos bajos y medios. Estas patentes no empezarán a expirar hasta el 2029, y es probable que sigan bloqueando la producción y el suministro de genéricos en los países donde se han concedido. 

Las versiones genéricas de baricitinib están disponibles por 6 euros por tratamiento de 14 días en India y Bangladesh, 160 veces menos que el prohibitivo precio de Eli Lilly, titular de la patente, de 980 euros por tratamiento de 14 días en los Estados Unidos. La restrictiva licencia de Eli Lilly a las empresas de genéricos indias impide el suministro de versiones genéricas del medicamento a cualquier otro país fuera de India. El caso del baricitinib demuestra la necesidad urgente de adoptar la suspensión para que los países no dependan de los precios y los programas de suministro de Eli Lilly.

Cada vez hay más pruebas que demuestran que la propiedad intelectual es uno de los obstáculos potenciales para garantizar la producción y el suministro local de vacunas y tratamientos contra la COVID19. Por ejemplo, Moderna ha obtenido amplias patentes en Sudáfrica sobre la tecnología ARNm de las vacunas, lo que suscita un riesgo legal para los productores alternativos que pretendan llevar sus vacunas al mercado.