En Cataluña, por ejemplo, no solo está cerrado el ocio nocturno, sino que el Tribunal Superior de la comunidad ha respaldado el confinamiento nocturno de una a seis de la madrugada en los ayuntamientos de más de diez mil habitantes y con incidencias elevadas.
Presión hospitalaria
Los miembros del comité no solo deberán analizar la curva de casos —en pleno aumento—, sino la presión hospitalaria, que en relación a la tercera ola, la de las pasadas Navidades, es más baja. No obstante, los centros de salud sí que están sobrecargados y, además, aunque el porcentaje de hospitalización es bajo, un 1,1 %, si los positivos se disparan, hasta un uno por ciento, puede suponer un problema asistencial.