La OMS lanza una llamada desesperada al mundo para socorrer a la India «con todo lo que se pueda»

miguel Pérez MADRID / COLPISA

SOCIEDAD

Atlas

El país registra 3.645 muertos y 380.000 contagios nuevos. Los más ricos intentan huir a Emiratos e Italia detecta 23 enfermos en un vuelo a Roma. Alemania cree que la variante es la causa del aumento de casos en su territorio.

30 abr 2021 . Actualizado a las 22:08 h.

El billete para salvar la vida en India cuesta 30.000 euros. Es lo que piden las compañías privadas por el alquiler de una avioneta o un aerotaxi para escapar del infierno de la doble mutante. Solo los más ricos lo pueden pagar porque, aquí también, en la desolación de un sembrado de cadáveres, la esperanza tiene un alto precio.

El éxodo deja atrás las camillas llenas de moribundos a la puerta de un hospital. Se produce por el corredor India-Emiratos Árabes Unidos, en cuyos aeropuertos se han multiplicado las peticiones de aterrizaje.

Se trata de un pasillo que era transitado cada semana por 300 vuelos comerciales hasta que el Gobierno de Abu Dabi decidió recientemente suspenderlos por el coronavirus, aunque con una salvedad para los aviones particulares que transportan a ejecutivos, diplomáticos y residentes emiratíes, a quienes únicamente se les impone una cuarentena. Muchas fortunas indias tienen una segunda residencia en Dubái.

El resto de los 1.350 millones de ciudadanos del castigado país asiático solo aspira a que la carcoma del virus no le sentencie a muerte, a no convertirse en un puñado más de las cenizas que se pisan a diario en Delhi, Bombay o Calcuta como producto de la incineración de los cuerpos.

El Gobierno difundió ayer un nuevo balance abrumador, con 380.000 contagios y 3.645 fallecidos en un día, un récord este último especialmente aciago. Cumple así las predicciones más terribles de los expertos, convencidos de que tras el vertiginoso aumento de enfermos -a un ritmo superior a 300.000 casos en la última semana- llega ahora el abismo de los muertos.

No es, por tanto, de extrañar que el director de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para Europa, Hans Kluge, hiciera este jueves un llamamiento desesperado a los gobiernos del continente para que socorran a India con «todo lo que puedan». «Nuestros pensamientos y oraciones están, en particular, con el pueblo de la India y su lucha contra la horrible oleada de covid-19 (...). Hagan lo que puedan, como sea, para apoyarle», rogó Klugue en una rueda de prensa convocada después de conocerse que el gran Estado asiático contabilizaba ya 205.000 decesos y 18,3 millones de casos, un millón más que hace solo tres días. Tal desbordamiento empieza a alentar además la preocupación ante otras posibles amenazas sanitarias debido a las dificultades de incinerar un número tan alto de fallecidos.

La respuesta internacional va abriéndose paso, aunque cualquier cargamento parece una gota de agua en el océano ante la magnitud del genocidio biológico y las necesidades de los hospitales. Incluso el fabricante automovilístico Suzuki ha cerrado sus tres factorías en el país para ceder su oxígeno al colapsado sistema sanitario indio. Los dos últimos envíos humanitarios procedieron de Rusia y de Estados Unidos, con material médico, fármacos y respiradores. Francia, Italia y Austria se han sumado también a las labores de cooperación de la UE.

Desgaste del gobierno de Modi

La cruel tendencia que ha adoptado la epidemia pasa una creciente factura al Gobierno de Narendra Modi, muy cuestionado por la oposición y expertos en la enfermedad. Le achacan una excesiva laxitud en la prevención después de que en enero proclamara inopinadamente que India había vencido a la pandemia y se abriera la puerta a reuniones multitudinarias en torno a ceremonias religiosas, fiestas familiares y partidos de críquet. En un nuevo ejemplo de falta de rigor, ayer mismo el Ministerio de Sanidad exigió a todas las regiones que adopten medidas de contención, pero dejó en sus manos las estrategias.

El error de Modi ha sido el de declarar tan pronto la derrota de un virus vengativo, aparte de otras decisiones fallidas sobre la provisión de vacunas o la gestión política. En esta semana en la que llueven miles de muertos encima de las cabezas del Gobierno, el gabinete ha rechazado participar en una minicumbre organizada por China con Nepal, Bangladesh, Pakistán, Sri Lanka y otros países del entorno para analizar la crisis.

Y lo más inaudito: este jueves convocó a 8,5 millones de ciudadanos en las elecciones de Bengala Occidental, con colas atestadas de gente ante las urnas. «Llamo a la población a votar y a contribuir a la fiesta de la democracia», invitó Modi, cuyo partido nacionalista hindú quiere arrebatar el poder al regionalista Mamata Banerjee, que gobierna el Estado desde 2011.

La situación es muy mala, pero puede ir a peor. En casi una veintena de países circula la variante india y Alemania cree que es la causa del aumento de enfermos en su territorio. «Tenemos casos aislados, mañana publicaremos un nuevo informe», anunció ayer el Instituto Robert Koch.

También Italia ha decretado la alarma tras detectar 23 infectados entre los pasajeros de un vuelo India-Roma fletado con el fin de repatriar a italianos afincados en aquel país. El aparato aterrizó en el aeropuerto de Fiumicino y todo el pasaje ha sido puesto en cuarentena. Las autoridades, mientras, analizaban a los enfermos para determinar si tienen la cepa india u otra variante.

 Francia permitirá los desplazamientos internos desde el lunes 

Comienza la cuenta atrás en Francia. El presidente Emmanuel Macron anunció este jueves el calendario de la desescalada. El desconfinamiento se hará en cuatro etapas a lo largo de mayo y junio y conllevará un levantamiento progresivo del toque de queda.

El lunes próximo volverán a permitir los desplazamientos entre regiones, pero se mantendrá el toque de queda entre las 19:00 y las 6:00 horas. El próximo lunes también será el día en el que los alumnos de secundaria volverán a tener clases presenciales. El 19 de mayo reabrirán las terrazas de restaurantes y cafés, cerrados desde finales de octubre, y todos los comercios.