Carolina Monje, rota de dolor, vacía el piso que compartía con Álex Lequio

Martín Bastos

SOCIEDAD

Carolina Monje, en el entierro de Álex Lequio
Carolina Monje, en el entierro de Álex Lequio Javier Ramírez | Europa Press

La joven, que fue la única que asistió junto a Ana Obregón y Alessando Lequio al entierro del joven, llevaba un tiempo viviendo con él en Madrid

30 may 2020 . Actualizado a las 09:50 h.

Si el pasado miércoles la fotografía de Ana Obregón en el cementerio frente a la tumba de su único hijo, Álex Lequio, sobrecogía, no lo hacen menos las fotografías de su novia, Carolina Monje, recogiendo sus enseres del piso que compartía en Madrid desde hacía tiempo con él. Tras la muerte de Álex Lequio hace apenas dos semanas en Barcelona, donde se trasladó en marzo para luchar contra el cáncer, un sarcoma de Ewing, que sufría desde hace dos años, sus seres queridos deben comenzar su vida sin él. Carolina Monje, la única persona que pudo asistir junto a Ana Obregón y Alessandro Lequio al entierro del joven debido a las resctricciones por el coronavirus, recogía en los últimos días junto a su hermano y varios amigos sus cosas del piso que compartía con Álex Lequio, según recoge la revista ¡Hola!

Con él compartía también a su mascota, Bobby Puchum, un cachorro que mostraron varias veces en las redes sociales. Junto con Ana Obregón y Alessandro Lequio, Monje se enfrenta a un doloroso duelo para aprender a vivir sin el optimista joven. 

No se separó de su lado

Carolina Monje acompañó a Álex Lequio hasta el momento de su fallecimiento en Barcelona. A ella se la vio en numerosas ocasiones junto a Ana Obregón en la terraza de la habitación de la clínica donde Álex Lequio recibía un tratamiento paliativo para tratar de detener el avance de un cáncer muy agresivo que desde el comienzo nunca tuvo buen pronóstico, aunque la familia no perdió la esperanza. 

Carolina Monje, la novia de Álex Lequio, junto a Ana Obregón en la terraza de la habitación del hospital
Carolina Monje, la novia de Álex Lequio, junto a Ana Obregón en la terraza de la habitación del hospital

La joven le dedicó una emotiva carta que retiró al poco rato de Instagram, pero que Chance recogió. «Mi niño bonito, mi bebé de bebé, mi amor, mi luz, mi Puchum, mi TODO. Para mí siempre habrás ganado la batalla al más fuerte y al más luchador», comenzaba la diseñadora. «Nos has dado una lección de vida a todos los que te rodeábamos, por todo lo que derrochabas; fuerza, felicidad, amor, sentido del humor, carisma, inteligencia, sabiduría, saber estar, amigo de tus amigos y lo mejor de todo, es que eres y serás el mejor novio que nadie podría desear. Gracias de todo corazón por estos casi dos años contigo, los mejores años de mi vida. Doy millones de gracias a la vida y a ti por haberme brindado la oportunidad de conocerte y compartir cada instante desde entonces. Nuestros amaneceres en Vivood, los paseos en Santorini, los baños helados en Laponia y nuestros atardeceres en Es Vedra. Tengo tantísimos recuerdos juntos y todos me hacen llorar de risa o de felicidad. Nuestra manera de hablar como niños pequeños, de cuidarnos, de querernos, de amarnos incondicionalmente y apoyarnos en todo».

Carolina Monje junto a Ana Obregón, hace días en la terraza de la habitación donde estaba Álex Lequio
Carolina Monje junto a Ana Obregón, hace días en la terraza de la habitación donde estaba Álex Lequio

«Hasta que un maldito 13 de mayo truncó tu vida y por consecuencia, la de todos los que te queríamos. Todos nuestros planes de futuro se acabaron en aquel instante. Pero en el fondo sé que estás aquí conmigo, lo sé, te siento muy cerca y sé que siempre estaremos juntos. Darle las gracias a los mejores padres que podrías haber tenido, a los que admiro por su incalculable fuerza, valentía y amor hacia ti. Siempre formarán parte de mí. Como solías decir, somos tus compañeros de batalla y creo que no podrías haber escogido mejor. Gracias por haber traído a este mundo al hombre de mi vida.Te amo por y para siempre, mi niño bonito», finalizaba la larga carta. 

La familia de Álex Lequio, desolados

Ana Obregón optaba días después de dar el último adiós a su hijo por pasar unos días en casa de una de sus hermanas, para afrontar los primeros en Madrid sin su hijo Álex, en una casa probablemente llena de recuerdos felices. La familia Obregón, una auténtica piña, ha arropado de manera unánime a la actriz y presentadora, a pesar de que muchos, incluso algunos de sus hermanos y sobrinos, no pudieron acompañarla en el duro trance de enterrar a su hijo por las restricciones del estado de alarma. Al parecer, Ana Obregón estaría preparando un funeral para que todos los que quieran a su hijo puedan darle el último adiós cuando Sanidad lo permita en Madrid, que actualmente se encuentra en la fase 1 de la desescalada. 

Unos de los que más han sufrido la muerte de Álex Lequio son sus abuelos, los padres de Ana Obregón, de avanzada edad y los que incluso llegaron a compartir ingreso con el joven hace unos meses. «Solo ha sido una gastroenteritis, que además se la he contagiado yo. Está todo bien», aseguraba el pasado mes de febrero. «Todo está genial. Seguimos con su tratamiento, pero todo está controlado», añadía, aclarando además que sus idas y venidas del hospital coincidían con el ingreso de su madre, también hospitalizada por la misma razón. El día de su alta es una de las últimas imágenes públicas que existe de Álex Lequio, en la que llevaba la camiseta azul de la que ahora no se separa su padre, Alessandro Lequio, al igual que una gorra. 

Amalia Obregón explicaba a los reporteros que sus padres se encontraban «tristes, muy tristes». 

«Con especial cariño damos la bienvenida, porque la vida sigue y uno tiene que ir reincorporándose de manera paulatina a la normalidad, nuestro querido compañero Alessandro Lequio». Así daba la bienvenida Joaquín Prat a Alessandro Lequio dos semanas después de la muerte de su hijo Álex. Lequio llegaba muy serio y cabizbajo a Telecinco a primera hora de la mañana. 

La difícil situación de Alessandro Lequio

Precisamente hace apenas unos días, Alessandro Lequio decidía reincorporarse a su puesto de trabajo en El programa de Ana Rosa, donde lleva colaborando desde hace más de diez años. «Estamos muy contentos de que estés aquí», decía Ana Rosa Quintana visiblemente emocionada. «Sabemos que es un esfuerzo enorme el que estás haciendo, pero bueno, también hay que salir un poco», añadía la que es madrina de su hija Ginevra. «Absolutamente, absolutamente, hay que salir. Os he visto…», decía Lequio antes de pasar a comentar los contenidos de El programa de Ana Rosa

Al final del programa, cuando Ana Rosa Quintana daba paso a Ya es mediodía, el programa de Sonsoles Ónega, le ha dado las gracias a Alessandro Lequio. En ese momento se le ha quebrado la voz y visiblemente emocionado ha dicho: «Son momentos en los que ni siquiera sé cómo decir gracias, pero gracias»

La vuelta al trabajo de Ana Obregón no se sabe cuándo será. La atención hacia su hijo ha sido la prioridad de la presentadora en los últimos años, que tenía previsto volver al teatro con la función Falso Directo, junto a Antoni Ferreño. Un estreno que pospuso «hasta que ella lo decida. La esperamos con los brazos abiertos. Lo primero es lo primero», escribió el actor en sus redes sociales.

Pero al dolor de Alessandro Lequio por la pérdida de uno de sus tres hijos, que incluso ha hecho mella en su aspecto, ya que en los últimos tiempos se le vio cada vez más delgado y desmejorado y muy bajo de ánimos en la recta final de su enfermedad, según apreciaban algunos de sus compañeros de cadena en Sálvame, se le une la preocupación por el hermano de María Palacios. Álex Lequio estaba muy unido a ella, y al parecer también a su hermano, que también lucha contra una grave enfermedad. De hecho a él le dedicó Álex Lequio una de sus últimas publicaciones en Instagram. A Borja Palacios, de una edad similar a la suya, lo conoce desde que eran ambos niños, y lo consideraba un hermano más, a él le dedicó una foto de la mítica serie Dragon Ball, para darle ánimos. 

Porque pese a ser plenamente consciente de la gravedad de su dolencia, Álex Lequio siempre transmitía ánimo, fuerza y positividad. Una de las últimas veces que lo hizo fue cuando, sin conocerle, le escribió a Dani Rovira, que lucha desde hace apenas unos meses contra un linfoma de Hodgkin. «No conocía de nada a Alex Lequio, aún así, me mandó un par de mensajes privados por Instagram, llenos de cariño y buena energía. Dándome ánimos. Hoy leo que nos ha dejado. Y siento una extraña y enorme pena. Todo mi cariño a su familia y amigos. Tuviste que ser un gran tipo...», escribía.