«Néboa», un final a lo grande

La Voz REDACCIÓN / LA VOZ

SOCIEDAD

Moncho Fuentes

La investigación de los crímenes cometidos por el Urco llega hoy a su conclusión con el último capítulo del «thriller» de TVE, que emite La 1, a las 22.40 horas

04 mar 2020 . Actualizado a las 10:07 h.

Es miércoles de ceniza en Néboa. Último día de un carnaval sacudido por una serie de crímenes sin resolver. Este miércoles, en La 1 a partir de las 22.40 horas, el misterio se aclarará en el capítulo final del thriller ambientado en Galicia y producido por Voz Audiovisual para TVE. Mónica (Emma Suárez) buscará venganza y tratará de dar caza al Urco. Ella ya conoce su identidad o cree al menos estar segura de ello, aunque ha quedado un poco al margen del caso policial después de que su hija, Vega, se convirtiera en la cuarta víctima. Su único objetivo es darle caza y vengar su muerte, pero no lo tendrá nada fácil; su vida también corre un serio peligro.

El rastro del asesino la conduce hasta la antigua fábrica de Néboa, el punto de partida de la oleada de crímenes, el lugar donde Roi, Ana, Comba, Gael y Turco invocaron al Urco durante la primera noche de entroido.

Mientras tanto, el cuartel de Néboa es un hervidero. Siguiendo las últimas instrucciones de la teniente Ortiz, los agentes Viqueira y Canedo tratan de recabar toda la información posible sobre el caso y encajar las piezas que faltan de la investigación para llegar a la misma conclusión que Mónica y encontrar la solución a un caso que atemoriza a la isla desde el año 1919.

¿Quién puede ser el asesino de Néboa? Cada espectador tiene ya sus propias sospechas en torno a una serie de personajes llenos de luces y sombras. Todos ocultan muchas cosas y nada es lo que parece. Con sus misteriosas biblias y su mochila con la lanzadera, Gonzalo era hasta hace poco uno de los principales sospechosos, pero esta hipótesis parece haber quedado descartada después de los últimos acontecimientos. La teniente Ortiz dice tener ya claro quién es el culpable y le ha dicho al cura de la isla que ya sabe que no es él.

Al término del séptimo episodio, toda la atención se desvió hacia el joven Gael. Su amigo Roi Ulloa confesó que el hijo de Roque y Carmela ya sabía antes del primer crimen que su padre era infiel y mantenía una relación con Ana Galmán, la primera víctima del Urco. Y en la última escena del episodio, Mónica lo perseguía con su coche mientras este huía por la escarpada costa de Ortegal. ¿Por qué escapaba?

Mientras, Carmela continúa al frente de la investigación oficial e intenta mantener a la teniente Ortiz al margen. Falta saber si lo está haciendo para protegerla a ella, que está afectada por el asesinato de su hija, o si en realidad sabe más de lo que quiere contar. En su familia puede estar la clave para resolver estos asesinatos en serie, ya que su padre, hoy en coma, fue el agente encargado de la investigación por los crímenes de 1989.

También la familia Ulloa, la más poderosa de la isla, alberga muchos misterios, algunos de ellos vinculados con el narcotráfico. Alejandro Ulloa trata de proteger a su hijo, Roi, amigo de la primera fallecida. Además, se da la circunstancia de que varias víctimas del pasado trabajaban en su conservera. De su mujer, Mara, a la que abandonó en mitad de la noche, no ha vuelto a saberse nada.

Los padres de la primera víctima, Rosa y Antón, parecen estar a priori fue de la lista de principales sospechosos. Pero su hijo pequeño sí conoce algunos datos que pueden resultar decisivos en la resolución del caso. El misterioso Coruxo y los agentes Viqueira y Canedo pueden tener también algunas respuestas.