El exministro de Cultura, que se ha cambiado el nombre y ahora firma como Máximo, cobraría más de 46.000 euros por trabajar julio y agosto
13 jun 2019 . Actualizado a las 13:38 h.La vuelta a la televisión de Máxim Huerta, que ahora responde al nombre Máximo, está rodeada de polémica, cuando aún no se ha producido realmente. Hace unos días RTVE anunciaba que el periodista que fue durante apenas unos días ministro de Cultura y Deporte el año pasado va a presentar un programa matinal en La 1. Hasta ahí todo bien. El programa se titulará A partir de hoy y se trata de un nuevo magacín de actualidad y entretenimiento que podría ocupar la misma franja que Amigas y conocidas, justo antes del programa de cocina. Producido por Catorce Comunicación (la misma productora de Aquí la Tierra), estará dirigido por la periodista gallega Julia Varela y realizado por Ángel Redondo. Poco se sabe de los contenidos, solo se adelantaba que contará con colaboradres muy conocidos.
Aún sin fecha de estreno (podría llegar a principios de julio a la parrilla), el programa ya ha suscitado controversia por el sueldo que se embolsará Máxim Huerta, según adeltanta El Mundo. El diario detalla que el escritor y periodista cobrará más de 46.000 euros por los dos meses que, en principio, se prevé que esté en antena A partir de hoy. Hay que recordar que Amigas y conocidas también comenzó como un programa para los meses estivales, pero ante el éxito que cosechó siguió en la parrilla al llegar el otoño.
El cambio de nombre del Máxim Huerta
El pasado mes de marzo Máxim Huerta sorprendía a muchos de sus seguidores al carmbiarse el nombre por Máximo, como ya firma su último libro, Intimidad improvisada. El periodista explicaba que llevaba tiempo meditando el cambio de nombre. «En este tiempo convulso, el lugar de aterrizaje ha sido mi familia y mis amigos. Y en mi familia, mis facturas, mis billetes de tren... me llaman Máximo. Desde que murió mi padre llevaba tiempo queriendo firmar así», aseguraba en el programa de Risto Mejide, Todo es mentira. «Sorprende que una simple 'o' haya generado tanto revuelo», reflexionaba.