Científicos chinos crean once monos con genes humanos para hacerlos más inteligentes

Raúl Romar García
R. Romar REDACCIÓN | LA VOZ

SOCIEDAD

M.A. PUSHPA KUMARA

La modificación genética realizada en su cerebro franquea las barreras de la ética

27 jun 2019 . Actualizado a las 16:58 h.

Puede parecer una broma de mal gusto, pero todo apunta a que es verídico. Un equipo de investigadores de China y de Reino Unido ha creado por primera vez varios monos transgénicos con copias de genes humanos que tienen un papel destacado en la formación de nuestra inteligencia. Un experimento publicado en la revista National Science Review, de la Academia China de Ciencias, con el que se pretende demostrar que es posible reducir la brecha evolutiva entre monos y humanos, aunque en realidad el objetivo era identificar en qué momento de nuestra historia se produjo la separación cognitiva entre las dos especies.

El hallazgo, del que también se hizo eco la revista del Instituto Tecnológico de Massachussets (MIT) y el periódico China Daily, fue realizado por investigadores del Instituto de Zoología de Kumming /China) y de la Universidad de Carolina del Norte (EE.UU).

 Según el estudio, el gen humano incorporado, la microcefalina o MCPH1 , se expresa durante la etapa fetal del desarrollo cerebral y está vinculado al tamaño del cerebro. Los investigadores crearon once macacos Rhesus transgénicos tras exponer a sus embriones a un virus que llevaba la versión de de este gen, lo que condujo a la diferenciación de las células neurales que se parecían a las descritas en el desarrollo humano.

«Este fue el primer intento de comprender la evolución de la cognición humana utilizando un modelo de mono transgénico», explica Bing Su, el genetista del Instituto de Zoología de Kunming que dirigió el estudio. Según sus hallazgos, a los monos modificados les fue mejor en una prueba de memoria con colores y cuadros en bloque y sus cerebros también tardaron más en desarrollarse, como lo hacen los niños humanos. También mostraron reacciones más rápidas en comparación con sus semejantes del grupo de control. O, lo que es lo mismo, se volvieron más listos. Aunque no lo suficiente, porque no demostraron poseer de habilidades cognitivas básicas propias de los seres humanos.Ni tampoco se consiguió que sus cerebros fueran más grandes.

Sin embargo, para otros científicos la investigación ha superado las barreras de la ética y puede suponer un trato inadecuado de los animales, algo que es posible llevar a cabo en China, en donde la regulación es más laxa. «El uso de monos transgénicos para estudiar genes humanos relacionados con la evolución del cerebro es un camino muy arriesgado», según explica en declaraciones recogidas por la revista del MIT James Sikela, un genetista que realiza estudios comparativos entre primates en la Universidad de Colorado.

Le preocupa que el experimento conduzca en el futuro a modificaciones más extremas. «Es preocupante que esta especialidad esté avanzando de esta manera», subrayó. Y, una vez más, la polémica en la investigación científica llega de China.