Un niño de seis años casi muere por tétanos y ni aun después de salvarse sus padres aceptan que lo vacunen

Raúl Romar García
r. romar REDACCIÓN

SOCIEDAD

Vacunación contra el tétanos en Indonesia
Vacunación contra el tétanos en Indonesia MAST IRHAM

Es el primer caso que se registra en Estados Unidos en más de 30 años

09 mar 2019 . Actualizado a las 17:29 h.

Sobrevivió gracias a la medicina. Pero casi muere por la estupidez de sus padres, que aún ahora después de pasar un calvario se siguen negando a que su hijo reciba vacunas. Ni aunque se lo hayan implorado persistentemente los médicos. Un niño de seis años de Oregón se ha convertido en el primer infectado por tétanos en Estados Unidos en los últimos treinta años.

«Nunca pensé que vería un caso de tétanos severo en Estados Unidos», explicó la pediatra experta en enfermedades infecciosas que lo atendió, Judith Guzman-Cottrill. Pero ocurrió. El pequeño, que nunca en su vida había recibido una vacuna, se cortó la frente hace algo más de un año mientras jugaba en la granja de su familia. Sus padres le limpiaron la herida y la suturaron, sin que en un primer momento se apreciase nada raro. Pero seis días después los médicos tuvieron que tratarlo de tétanos, una infección enormemente dolorosa y en ocasiones mortal causada por esporas bacterianas que se encuentran en el suelo y que se pueden prevenir de forma fácil con una vacuna.

El niño sobrevivió, pero solo después de un maratón médico y de haber pasado 57 días en el hospital. El caso acaba de ser desvelado en su boletín por el Centro de Control de Enfermedades de Estados Unidos (CDC), que destaca que una enfermedad prevenible de forma barata y eficaz con una vacuna ha supuesto un coste de 718.000 euros derivado del tratamiento y de la atención médica que requirió el crío. Y sin incluir el transporte aéreo que fue necesario y la rehabilitacion.

Un poco antes de ingresar en el hospital, el chaval sufrió contracturas y espasmos musculares. Luego comenzó a arquear la espalda y el cuello involuntariamente y, finalmente, apenas podía respirar, lo que llevó a su familia a pedir ayuda.

La doctora Judith Guzman-Cottrill, especialista pediátrica en enfermedades infecciosas en el Hospital de Niños Doernbecher, en Portland, explicó al diario State News que el pequeño tuvo que pasar semanas sedados en una habitación oscura, usando tapones para los oídos para bloquear el ruido. A pesar de que se le habían administrado medicamentos paralíticos para detener los espasmos que causa el tétanos, todo su cuerpo se tensaba si alguien cerca de él hablara incluso con una voz no demasiada alta.

Pero los médicos que lo atendieron se encontraron con una sorpresa que en la vida podían imaginarse que ocurriera. Después de lo ocurrido, los padres se negaron a que en el hospital se administrara a su hijo un ciclo completo de vacunas para protegerlo contra el tétanos. Tampoco permitieron que lo inmunizaran contra el sarampión, las paperas, la rubeola, la varicela, poliomelitis y otras enfermedades infecciosas que pueden ser letales para los niños.

El tétanos se produce por la bacteria Clostridium tetani, que suele encontrarse en el suelo. Ingresa en el organismo a través de una herida y arroja una toxina extremadamente potente que puede producir la paralización e inducir espasmos constantes, comenzando por la mandíbula. Estos espasmos se pueden propagar al tórax, la espalda y el intestino, lo que provoca fracturas dolorosas, problemas para respirar e incluso la pérdida completa del control intestinal. Incluso con tratamiento, el 10 % de las víctimas suelen fallecer.